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Primer centro de medicina integral para la mujer en Honduras

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El cuerpo humano no produce calcio. Es necesario consumirlo en los alimentos.

Desde que nacemos, empezamos a acumular calcio, principalmente en los huesos y los dientes. Es nuestra reserva para la vejez.

Si esta reserva no es fuerte, la probabilidad de sufrir de bajo calcio en los huesos en algún momento, es alta. Es una enfermedad llamada osteoporosis en la cual es muy fácil sufrir fracturas.

La osteoporosis es más frecuente en las mujeres después de la menopausia y en personas que toman medicamentos llamados corticoides por largos periodos.

La osteoporosis se detecta con un examen llamado densitometría ósea o DEXA, una radiografía que mide el calcio en los huesos.

Muchas personas piensan que si toman suplementos de calcio lograrán evitar la osteoporosis antes de que aparezca, pero no se ha demostrado que esto sea algo realmente útil. En cambio, el exceso de calcio puede tener efectos peligrosos para la salud

Función del calcio

El calcio es vital para muchas funciones del cuerpo incluyendo la regulación del ritmo del corazón y tiene muchas otras acciones de los músculos, los nervios y otros órganos.

El calcio, además, necesita de la vitamina D para ser absorbido en el hueso. 

El ejercicio regular, sea aeróbico o de fuerza, también ayuda a fijar el calcio en los huesos.

La mejor manera de consumir el calcio es la natural, es decir, los alimentos. 

Fuentes de calcio y vitamina D en la dieta

En general, se recomienda un consumo diario de calcio entre 1000 y 1500 mg para los adultos. Estas cifras cambian para los niños y para las mujeres embarazadas.

Es importante nunca exceder los 2500 mg de calcio al día, pues es una dosis tóxica. Es una de las razones para no tomar suplementos de calcio si no es necesario.

Se pueden encontrar tablas con estos requerimientos de calcio por edad en la página de los Institutos de Salud de Estados Unidos. 

En esa misma página hay un listado con la cantidad de calcio en los alimentos más recomendados que básicamente son los lácteos, las verduras de hoja verde oscura y los pescados enlatados.

Una taza de leche descremada y una taza de yogur natural descremado, por ejemplo, tienen 300 mg de calcio cada una. Una lata de sardinas tiene alrededor de 324 mg. 

Ejemplos de alimentos con vitamina D son los pescados como el salmón y la trucha y los aceites de hígado de pescado. El hígado de vaca, la yema de huevo y el queso tienen un poco de esta vitamina.

La luz del sol directamente en la piel también produce vitamina D, pero esta manera de adquirirla se ha reducido mucho por la contaminación ambiental y por el mayor riesgo de cáncer de piel al exponerse a la radiación del sol. 

Por todo esto, en algunos países venden alimentos fortificados con vitamina D.

 Suplementos de calcio

Los suplementos alimentarios que contienen calcio se desarrollaron para realizar tratamientos nutricionales y para corregir la osteoporosis, siempre en conjunto con vitamina D y otros medicamentos.

Estos suplementos pueden venir en diferentes presentaciones como tabletas, polvo para disolver e incluso como polvo efervescente.

Algunas tabletas pueden producir problemas digestivos como hinchazón del estómago y gases intestinales.

Están indicados en situaciones específicas. Se recomienda tomar poca cantidad en cada dosis, no más de 500 mg.

Hay diferentes tipos de calcio suplementario: carbonato y citrato son las más comunes. Cada una tiene una indicación especial que es importante revisar con el médico.

Situaciones en las que NO debes tomar suplementos de calcio:

  1. Si estás saludable y puedes comer bien

En general, el cuerpo absorbe muy bien el calcio de la dieta y no es difícil conseguir la dosis diaria mínima por este medio.

Tomar suplementos de calcio sería excesivo.

  1. Si no tienes una enfermedad grave por falta de calcio y mejora con la alimentación

Por ejemplo, la osteopenia, es el hallazgo en una densitometría ósea de una disminución de la densidad del hueso, pero sin llegar al diagnóstico de osteoporosis.

En estos casos, se puede aumentar la ingesta de calcio y vitamina D en la dieta y hacer seguimiento con la densitometría ósea.

  1. Si tienes exceso de calcio en la sangre o la orina

Si por alguna alteración de los riñones u otra causa tienes altos los niveles de calcio en sangre (hipercalcemia) es riesgoso aumentarlos más con el consumo excesivo de calcio y producir problemas en el funcionamiento del riñón, el cerebro y otros órganos y, en ocasiones, generar una arritmia cardiaca.

Si hay exceso de salida de calcio en la orina (hipercalciuria), en algunas personas existe el riesgo de formar piedras en los riñones (cálculos) y a veces problemas de fallo renal.

En estos casos, se debe tener un control con un especialista en Medicina Interna o Endocrinología.

Situaciones en las que PODRÍAS necesitar un suplemento de calcio

Siempre bajo prescripción médica, tanto del tipo de suplemento como de la dosis, podrías necesitar un suplemento de calcio.

Para determinar la dosis del suplemento se tiene en cuenta también el calcio y la vitamina D que estés consumiendo en la dieta para no caer en excesos.

Principalmente se usan suplementos de calcio o vitamina D en las siguientes condiciones:

  1. Raquitismo: es la deficiencia de calcio en los huesos en los niños por falta de Vitamina D. Puede ocurrir en algunas enfermedades digestivas. Debe haber control nutricional y pediátrico. 
  2. Osteoporosis: siempre se asocian tratamientos con medicamentos que ayuden a fijar el calcio en los huesos y que deben ser prescritos por un especialista.
  3. Imposibilidad de consumir calcio en la dieta: pacientes que no se puedan alimentar de manera normal o enfermedades como la intolerancia a la lactosa deben tener un seguimiento estrecho para compensar la dosis diaria de calcio y evitar la descalcificación de los huesos.
  4. Mujeres embarazadas con una dieta baja en calcio: El calcio en el embarazo puede evitar los graves aumentos de presión arterial denominados preeclampsia.

Los diagnósticos de osteopenia y osteoporosis deben tener seguimiento con exámenes de densitometría ósea y con el especialista.

No olvides evitar la automedicación y primero ir al médico antes de comenzar cualquier tratamiento por tu cuenta.

Referencias

Cochrane Suplementos de calcio durante el embarazo para la prevención de los trastornos hipertensivos 

Huesos sanos Calcio/Vitamina D

Mayo Clinic ¿Cuándo debo tomar suplementos de calcio?

Mayo Clinic Raquitismo.

MedlinePlus Suplementos de calcio

MSKCC Control del cáncer – Suplementos de calcio

NIH El calcio y la vitamina D: Importantes a toda edad

NIH Vitamina D

Radiology info Densitometría ósea

Reumatología Clínica Suplementos de calcio y vitamina D ¿para todos?

En el marco del tercer aniversario desde el descubrimiento del COVID-19, y su rápida expansión por todo el mundo, es necesario recordar a grandes rasgos qué es lo que sabemos, qué precauciones aún debemos tomar y qué exámenes deberíamos realizar. 

Muchos recuerdan todo alrededor del 2020 como una odisea, el simple hecho de rememorar la cuarentena obligatoria pone a muchos los nervios de punta y mucho de esto fue causado por la pandemia del Coronavirus. Este fue reportado por primera vez el 31 de diciembre por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y tuvo su origen en China. 

Rápidamente esta comenzó a expandirse por lo largo del mundo, a lo cual los gobiernos decretaron una cuarentena obligatoria mientras los casos disminuían y se encontraba una vacuna. A día de hoy contamos con diversas vacunas que previenen el contagio y reducen los síntomas. 

La principal forma de contagio de esta enfermedad es a través de la vía respiratoria, por lo que se encontraba muy presente en el aire y en superficies donde se pudiera alojar. Es por ello que se promovió dentro de campañas el lavado de manos constante, el evitar tocarse la cara y uso de mascarilla en todo momento. 

Los principales síntomas del COVID-19 son: 

● Fiebre o escalofríos 

● Tos 

● Dificultad para respirar (sentir que le falta el aire) 

● Fatiga 

● Dolores musculares y corporales 

● Dolor de cabeza 

● Pérdida reciente del olfato o el gusto 

● Dolor de garganta 

● Congestión o moqueo 

● Náuseas o vómitos 

● Diarrea 

(Fuente: CDC, 2022) 

A medida que fue pasando el tiempo, los síntomas fueron evolucionando y cambiando. En algunas ocasiones esta no incluía la pérdida del gusto o el olfato, o simplemente era más fácil su contagio. 

Esto dio pie a una serie de variantes, entre las que se podían encontrar: 

● Alpha 

● Beta (linajes B.1.35 y descendientes) 

● Gamma (linajes P.1 y descendientes) 

● Delta (linajes B.1.617.2 y AY) 

● Epsilon (B.1.43 y B.1.43) 

● Eta (B.1.52)

● Iota (B.1.53) 

● Kappa (B.1.617.1) 

● Mu (B.1.621, B.1.621.1) 

● Zeta (P.2) 

● Omicron 

(Fuente: CDC, 2022) 

Ante la fuerte presencia de tantas variantes se comenzó a tomar una mayor acción ante la creación de una vacuna que fuera efectiva. Así mismo, la detección de esta enfermedad resultó en un factor decisivo para su control. 

Actualmente los precios de las pruebas de antígenos para detectar COVID-19 resulta bastante accesible, ya que en un principio se manejaban precios desde los 200$ USD. 

Los principales tipos de pruebas (Según CDC) existentes para detectar el COVID-19 son: 

Pruebas NAAT: También conocidas como pruebas de antígenos, estas son realizadas principalmente en laboratorios. Esta se usa para determinar anticuerpos extraños en el organismo, y por lo general, determina si el virus estuvo dentro del cuerpo en un periodo de 90 días. 

Prueba de antígenos: Esta es una prueba mucho menos confiable, que dan resultados entre 15 a 30 minutos, y pueden ser realizadas en laboratorio o en casa. 

Pese a que nos encontramos a tres años de distancia de todos los problemas que el COVID-19 causó y que actualmente ya se cuentan con vacunas al respecto, es importante aún estar prevenidos. 

Te recomendamos que en caso de presentar alguno de los síntomas mencionados anteriormente, te realices una prueba de tu laboratorio de confianza. Asimismo, utiliza mascarilla en lugares con una gran concentración de personas, y no olvides tener tus manos limpias. 

Un diagnóstico a tiempo puede salvar tu vida y la de tus seres queridos. 

Fuentes: 

https://espanol.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/vaccines/index.html

https://www.bupasalud.com/salud/coronavirus

https://espanol.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/symptoms-testing/symptoms.html

La influenza (gripe) y el COVID-19 son enfermedades virales que se pueden confundir debido a que los signos y síntomas que se presentan en cada persona afectada son muy similares. Pero son virus totalmente diferentes, que pueden causar complicaciones si no se detectan a tiempo para recibir un tratamiento oportuno. 

En estaciones del año como invierno y otoño es más frecuente el aumento de casos de contagios por estos virus. Y dado que estamos en invierno es propicio tomar medidas para evitar contagiarse, conocer los síntomas de cada uno de estos virus y saber diferenciarlos.

Por eso, en este artículo te traemos toda la información necesaria para que sepas diferenciar uno del otro. Primero empecemos conociendo que son estos virus y cuáles son sus signos y síntomas. 

¿Qué es la influenza?

También conocida como gripe, la influenza es una enfermedad viral que afecta al sistema respiratorio. Las personas que contraen este virus pueden llegar a tener síntomas leves que desaparecen en pocos días, mientras que otras pueden llegar a tener síntomas graves y complicaciones como neumonía que pueden conllevar a la muerte. 

Signos y síntomas de la influenza 

  • Fiebre
  • Escalofríos
  • Tos
  • Dolor de cabeza
  • Dolores musculares
  • Fatiga o cansancio extremo
  • Mucosidad nasal o congestión nasal
  • Dificultad para respirar
  • Diarrea y vómitos (es más frecuente en niños que en adultos)
  • Pérdida del sentido del gusto y de olfato (aunque es más frecuente en COVID-19)

¿Qué es el COVID-19?

El COVID-19 es una enfermedad que también afecta al aparato respiratorio y es causada por el virus SARS-CoV-2 perteneciente al grupo de los coronavirus. Este se detectó por primera vez en diciembre de 2019 cuando estalló un brote en Wuhan (China). Antes de esa fecha el COVID-19 era totalmente desconocido. Posteriormente para marzo del año 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el brote de COVID-19 como pandemia.

Las personas que se contagian con este virus pueden presentar síntomas leves, graves o incluso pueden ser asintomáticas, pero de igual modo pueden contagiar a otras personas sin saberlo. 

Signos y síntomas del COVID-19

  • Fiebre o escalofríos
  • Congestión nasal o goteo nasal
  • Tos
  • Dolores musculares
  • Dolor de cabeza
  • Dolor de garganta
  • Fatiga
  • Dolor de pecho o dificultad para respirar
  • Pérdida del sentido del gusto y de olfato
  • Náuseas, vómitos y diarrea.
  • Conjuntivitis

¿Cuáles son las diferencias entre el virus de la influenza y el COVID-19?

Si bien, como podemos apreciar, ambos virus comparten signos y síntomas muy similares. Es por eso que, no es posible diferenciarlos a través de ellos. Para hacer un diagnóstico certero, su médico debe indicarle pruebas de detección o exámenes de laboratorio tales como un PCR, cultivo de esputo, pruebas de antígenos, entre otros. 

Sin embargo, sí se pueden diferenciar ambas enfermedades teniendo en cuenta lo siguiente:

  • El tiempo en que tarda en aparecer los síntomas después de estar expuesto al virus. Las personas que se contagian con la influenza suelen presentar síntomas a partir del primer día hasta el cuarto día de haber estado expuesto al virus. Sin embargo, en el caso de las personas que se contagian de COVID-19 los síntomas tardan más en aparecer. Es decir que, una persona puede presentar síntomas posterior a la exposición del virus entre 2 días hasta los 14 días después.
  • El tiempo en el que se puede transmitir el virus a otras personas. Se ha demostrado que una persona contagiada con COVID-19 puede transmitirlo a otras personas por más días que los que se contagian con la influenza. En general, las personas con influenza pueden transmitirlo a otras durante 3 a 4 días después de contraer el virus. Pero las personas con COVID-19 pueden transmitirlo días antes de la aparición de los síntomas y 8 días después de presentar síntomas.
  • La manera en que se propaga. Ambas se propagan de forma muy similar, al inhalar partículas de los virus cuando una persona contagiada estornuda, tose o habla. Y también al tocar objetos contagiados con los virus y luego llevarse las manos a los ojos, nariz o boca. 

Pero, el COVID-19 es mucho más contagioso que la influenza debido a que muchas personas que lo tienen pueden tardar en presentar los síntomas o ser asintomáticas y sin saber lo pueden propagar durante mucho tiempo. Y a medida que el tiempo avanza, muchísimas personas pueden contagiarse rápidamente.

  • Las personas de alto riesgo. Cualquier persona bien sea aparentemente sana, embarazada, adulto mayor, niños, bebés, personas que padezcan de enfermedades, entre otras que lleguen a contraer el COVID-19 pueden estar en riesgo de desarrollar complicaciones que pueden conllevar a una hospitalización, dejar secuelas o incluso causar la muerte. Es decir que no existe un grupo definido con las personas que tienen mayor riesgo de enfermarse gravemente. 

Sin embargo, para la influenza si existe un grupo de personas de alto riesgo de enfermarse gravemente las cuales son: los niños menores de 5 años, los adultos mayores de 65 años, las personas hospitalizadas, las embarazadas, las personas con el sistema inmune debilitado, con enfermedades crónicas, obesas y los asmáticos. 

  • Las complicaciones. La influenza y el COVID-19 pueden causar complicaciones similares como: neumonía, insuficiencia respiratoria, síndrome de insuficiencia aguda, sepsis, entre otras. Pero, el COVID-19 puede causar otras complicaciones graves como coágulos de sangre en las venas y arterias de los órganos principales como en los pulmones, corazón, piernas o cerebro. Incluso pueden presentarse afecciones posteriores que pueden durar hasta meses en personas que se contagiaron con COVID-19.

Ahora que sabes las diferencias entre la influenza y el COVID-19, te recomendamos tomar medidas de prevención para que te protejas de estos virus en esta temporada de invierno. 

Y si has tenido recientemente síntomas de tos, fiebre, secreción nasal y dolor de cabeza lo mejor es que acudas a nuestro centro médico C-Mater Dei para que evalúen tus síntomas y detecten de forma temprana la presencia de cualquiera de estos virus. 

Allí le realizamos las pruebas de detección de estos virus con nuestra prueba Dúo a L. 590. Recuerde que acudir al médico al presentar los primeros síntomas es la clave para recibir un tratamiento a tiempo y así evitar complicaciones graves. 

Referencias:

Similitudes y diferencias entre influenza y COVID-19. 28 de sep. del 2022

Enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19) Oct. 29, 2022

Resfrío, gripe o COVID-19: tome

las medidas necesarias para

protegerse usted y a los demás. 2022

Los problemas de tiroides afectan la vida diaria y pueden disminuir la esperanza de vida. Realizarse exámenes con regularidad es importante para evitar cualquier riesgo. 

La prueba TSH, así como otras mencionadas dentro de este artículo, sirven para concretar datos sobre la tiroides. Esta última es una glándula situada en la parte inferior del cuello, justo debajo de la manzana de Adán. 

La función principal de la tiroides es secretar hormonas que regulan procesos de absorción de nutrientes dentro del cuerpo, por lo que un problema directo en esta glándula repercute en la salud general de todo el sistema. 

Puedes conocer más sobre la tiroides y sus principales afecciones dentro de este artículo dedicado a ello. 

Sin embargo, determinar el padecimiento concreto es un proceso un poco más complejo, es por ello que se realizan diversas pruebas para ello: 

● Prueba de la TSH 

● Pruebas de T4 

● Prueba de T3 

● Pruebas de anticuerpos tiroideos 

Prueba TSH: Este es un procedimiento realizado a partir de una prueba de sangre en la que se mide los niveles de la hormona tiroides. En caso de que estos sean muy altos o muy bajos se realiza un diagnóstico del estado de esta glándula. 

Este procedimiento es completamente seguro y no posee ningún riesgo a pequeño, mediano o largo plazo. Además, no requiere ningún tipo de preparación (fuera de un pequeño ayuno, si el doctor lo requiere) y puede ser realizado en su laboratorio de confianza. 

Pruebas T4: Dentro de esta prueba se busca adentrarse en aspectos específicos de las hormonas de la tiroides. En este caso, la prueba T4 (o prueba de la tiroxina) determina los niveles de la misma dentro del cuerpo. La hormona T4 regula los procesos metabólicos. 

El tener un nivel de concentración ligeramente alto de esta hormona no significa necesariamente que exista un problema directamente con la tiroides, ya que también puede aumentar en mujeres embarazadas y mujeres que estén consumiendo anticonceptivos. 

Al igual que la prueba anterior, esta es realizada a través de la sangre, por lo que no representa un riesgo para la salud de la persona, y además de un pequeño ayuno, no requiere

de ninguna preparación. 

Prueba T3: Esta prueba, por otro lado, busca determinar los niveles de triyodotironina, u hormona T3, dentro de la sangre. Esta es la encargada de regular el peso, temperatura y energía en el cuerpo. 

Es importante realizar esta prueba cuando existen síntomas de que puede existir hipertiroidismo, ya que esta hormona está altamente ligada a esta enfermedad. 

Esta prueba se realiza a partir de un análisis de sangre, y no requiere preparación previa a no ser que un especialista recomiende algún medicamento antes de la misma. 

Prueba de anticuerpos tiroideos: Esta prueba, a diferencia de las anteriores, no busca encontrar un exceso de T4 o T3 dentro de la sangre, sino que trata de identificar anticuerpos que puedan dañar la tiroides y causar un incremento o disminución en la producción de las hormonas mencionadas anteriormente. 

Según MedlinePlus (2020), estos son algunos de los anticuerpos utilizados para las pruebas: 

Anticuerpos antiperoxidasa tiroidea (TPO, por sus siglas en inglés): Estos anticuerpos pueden ser un signo de: 

Enfermedad de Hashimoto, también conocida como tiroiditis de Hashimoto: Es una enfermedad autoinmunitaria y la causa más común del hipotiroidismo. Hipotiroidismo significa que la tiroides no produce suficientes hormonas tiroideas. 

Enfermedad de Graves: También es una enfermedad autoinmunitaria y la causa más común de hipertiroidismo. Hipertiroidismo significa que la tiroides produce demasiada cantidad de ciertas hormonas tiroideas. 

Anticuerpos antitiroglobulina (Tg): Estos anticuerpos también pueden ser un signo de la enfermedad de Hashimoto. La mayoría de las personas con enfermedad de Hashimoto tienen niveles altos de anticuerpos Tg y TPO. 

Anticuerpo antirreceptor de la hormona estimulante de la tiroides (TSH, por sus siglas en inglés):Estos anticuerpos pueden ser un signo de la enfermedad de Graves. 

Al ser una prueba de sangre, esta tampoco requiere de ninguna preparación previa. 

Es importante saber reconocer síntomas de problemas en la tiroides antes de que escalen a algo más grande. Todos los procedimientos a realizarse son completamente seguros, y la preparación depende de qué se quiera hacer y las recomendaciones del doctor. 

Recuerda que un diagnóstico a tiempo puede llegar a salvar tu vida.

Fuentes: 

https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/hypothyroidism/symptoms-causes/ syc-20350284 

https://www.niddk.nih.gov/health-information/informacion-de-la-salud/pruebas-diagnos ticas/pruebas-tiroides 

https://medlineplus.gov/spanish/thyroidtests.html https://medlineplus.gov/spanish/pruebas-de-laboratorio/prueba-de-tiroxina-t4/ https://medlineplus.gov/spanish/pruebas-de-laboratorio/pruebas-de-triyodotironina-t3/ https://medlineplus.gov/spanish/pruebas-de-laboratorio/anticuerpos-antitiroideos/


Muchos problemas dentro de la tiroides pueden derivar en cambios en el peso y ritmo
cardíaco, por lo que conocerla puede ayudar a prevenir futuras enfermedades.
La tiroides es una glándula con forma de escudo que se ubica debajo de la manzana de Adán
en la parte posterior del cuello, etimológicamente esta proviene del griego thyreos y eidos,
significa forma de escudo.


Esta es la encargada de regular una gran diversidad de complejos procesos dentro del cuerpo
humano, entre ellos la quema de calorías y el ritmo de nuestro corazón. Es por ello que
cualquier problema derivado de la tiroides puede derivar en un aumento o disminución de
peso, así como problemas cardíacos.


Similar a muchos de los padecimientos existentes dentro del cuerpo humano, es importante
reconocer que los problemas dentro de la tiroides están fuertemente ligados a un factor
genético, por lo que conocer el historial médico de padres y abuelos puede ayudar a prevenir
futuras complicaciones.


Dentro de los principales problemas que podrían presentarse dentro de esta glándula se
pueden encontrar:


● Bocio (Agrandamiento de la tiroides)
● Hipertiroidismo
● Hipotiroidismo
● Cáncer de tiroides
● Nódulos
● Tiroiditis


Las complicaciones más comunes de la tiroides son el hipertiroidismo y el hipotiroidismo. El
primero es la producción excesiva de hormona tiroidea, lo que deriva en una pérdida de peso
nerviosismo excesivo, Insomnio, palpitaciones y cansancio inexplicable; y por otro lado el
último genera un efecto contrario, es decir que se produce menor cantidad de hormona de la
que el cuerpo necesita, lo que causa fatiga, sensibilidad al frío, aumento de peso e hinchazón
en la cara.


En ambos casos es necesario reconocer los síntomas y hablarlo con un especialista para tener
una respuesta concreta. Los exámenes a realizarse para detectar anormalidades en la tiroides
incluyen:
● Prueba de la TSH
● Pruebas de T4
● Prueba de T3

● Pruebas de anticuerpos tiroideos
● Ecografía
● Exploración (gammagrafía) de la tiroides
● Prueba de absorción de yodo radiactivo


Puedes revisar nuestro artículo sobre algunas de estas pruebas para saber en qué consisten y
saber cuál se acomoda más a tu caso.


¿Existe alguna forma de cuidar la tiroides?
Una de las principales formas de cuidar esta glándula sumamente importante es llevar una
alimentación adecuada y tener buenos niveles de yodo en el sistema. Así mismo, es
importante reconocer síntomas que puedan determinar cualquier problema, sin dejarse llevar
por el miedo, y realizar exámenes de rutina con un doctor para verificar el estado de la
misma.


Fuentes:

https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/hypothyroidism/symptoms-causes/syc-20350284#

https://medlineplus.gov/spanish/thyroiddiseases.html
http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S1561-29532004000100004&script=sci_arttext&tlng=pt
https://scielo.isciii.es/pdf/pap/v11s16/original4.pdf
https://www.husi.org.co/el-husi-hoy/como-cuidar-su-tiroides
https://www.cun.es/enfermedades-tratamientos/enfermedades/hipertiroidismo

Según la Asociación Americana de la Tiroides el Hipotiroidismo significa que la glándula tiroides no puede producir suficiente hormona tiroidea para mantener el cuerpo funcionando normalmente. 

La hormona estimulante de la tiroides también llamada TSH, hace que la tiroides produzca y libere tiroxina (T4) y triyodotironina (T3), esenciales para mantener el metabolismo de su cuerpo, es decir la velocidad a la que su cuerpo transforma los alimentos que ingiere en energía y la utiliza, también mantiene su corazón y funciones digestivas, control muscular, desarrollo cerebral y mantenimiento óseo

Los síntomas de Hipotiroidismo generalmente se desarrollan lentamente y es posible que no se dé cuenta de que tiene un problema médico durante varios años.

¿Quién tiene mayor riesgo de padecer Hipotiroidismo?

  • Ser mujer
  • Mayor de 60 años 
  • Historia familiar de enfermedad tiroidea
  • Enfermedad autoinmune, como Diabetes tipo 1 o enfermedad celíaca o que afecte las articulaciones como artritis reumatoide
  • Haber sido tratado con yodo radiactivo o medicamento antitiroideos
  • Haber recibido radiación en cuello o tórax superior
  • Tener una cirugía de tiroides (tiroidectomía parcial)
  • Haber tenido un bebe en los últimos 6 meses
  • Síndrome de Turner 

Qué síntomas incluyen:

  • Cansancio
  • Fatiga
  • Cara hinchada 
  • Niveles elevados de colesterol en sangre
  • Sensibilidad al frío
  • Aumento de peso
  • estreñimiento
  • Depresión
  • Movimientos lentos y pensamientos
  • Dolores musculares y debilidad
  • Calambres musculares
  • Piel seca y escamosa
  • Glándula tiroides agrandada (bocio)
  • Cabello y uñas quebradizas
  • Pérdida de la libido (deseo sexual)
  • Dolor, entumecimiento y sensación de hormigueo en la mano y los dedos (síndrome del túnel carpiano)
  • Periodos menstruales irregulares o periodos abundantes

¿Cómo se diagnostica el hipotiroidismo?

Para el diagnóstico de esta enfermedad el médico realizará un examen físico para buscar cambios que indiquen alteraciones en la glándula tiroides, tales como piel seca, hinchazón, reflejos musculares más lentos y un ritmo cardíaco más lento. 

¿Qué examen debo realizarme para saber si tengo hipotiroidismo?

Se realizan exámenes de sangre, en donde encontramos dos tipos de prueba: Prueba de TSH Y prueba de T4. Los cambios en la TSH (Hormona estimulante de la tiroides) pueden servir como un “sistema de alerta temprana”, que a menudo ocurren antes de que el nivel real de hormonas tiroideas en el cuerpo sea demasiado alto o bajo.

¿Qué tipo de hipotiroidismo existe?

Existen dos tipos de hipotiroidismo: hipotiroidismo primario e hipotiroidismo secundario. La prueba de TSH sirve también para poder diferenciar estos dos tipos. Si los niveles de TSH están elevados y los niveles de T4 reducidos indica hipotiroidismo primario y cuando ambos niveles están disminuidos hablamos de hipotiroidismo secundario.

 Cada tipo de hipotiroidismo tiene un manejo diferente, por lo cual es de vital importancia diferenciarlos.

Referencias:

  1.  Hypothyroidism (Underactive). American thyroid association. Optimal thyroid Health for all. https://www.thyroid.org/hypothyroidism/ 
  2. Underactive thyroid (hypothyroidism). NSH (Servicio Nacional de Salud de Reino Unido). 2021. https://www.nhs.uk/conditions/underactive-thyroid-hypothyroidism/symptoms/ 
  3. Hypothyroidism (Underactive thyroid). Mayo Clinic. 2020 https://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/hypothyroidism/symptoms-causes/syc-20350284 

Hypothyroidism (Underactive Thyroid). National Institute of Diabetes and digestive and kidney diseases NIH. 2021. https://www.niddk.nih.gov/health-information/endocrine-diseases/hypothyroidism#commonm

Después de la pandemia del coronavirus, entendimos que no todas las personas responden igual a una infección.

Mientras algunos no parecen siquiera enfermos, otros pueden complicarse de manera grave.

Algo similar ocurre con las infecciones urinarias.

A pesar de que, en mujeres en edad fértil, la cistitis es una infección muy común y que rara vez se complica, hay otros grupos de personas en las que una infección urinaria puede tener serias consecuencias.

En estos casos, la consulta temprana es vital y puede evitar hospitalizaciones y muertes.

¿Qué es una infección urinaria?

Es una enfermedad producida cuando las bacterias de la piel, el colon o los alrededores de las vías urinarias entran en la orina y se multiplican.

Es más común en mujeres porque el conducto de salida de la orina desde la vejiga (uretra) es muy corto y se encuentra muy cerca de la vagina y el ano.

Así, fácilmente la orina se expone a las bacterias del flujo vaginal o de la materia fecal.

En épocas de cambios hormonales como la menopausia o el embarazo, la vía urinaria cambia y es más fácil tener infecciones.

Las infecciones urinarias bajas (en vejiga y uretra) son mucho más frecuentes que las altas (afectan los riñones).

¿Cómo se diagnostica una infección urinaria?

Se sospecha una cistitis en cualquier persona con sensación de ardor o quemazón al orinar, dolor abdominal bajo, orina con sangre, ganas de orinar con frecuencia y poca cantidad cada vez.

En personas de bajo riesgo, se puede tratar la infección sin necesidad de tomar exámenes.

Si hay dolor en la parte baja de la espalda, fiebre, vómito o signos de enfermedad grave, se sospecha una infección del riñón y los exámenes y tratamientos se harán de manera prioritaria en un hospital.

El examen más común que se solicita es el de orina simple (parcial de orina o uroanálisis) que puede mostrar signos de la infección y otras alteraciones.

La confirmación de una infección urinaria siempre se hace con un urocultivo, aunque este es un examen que no se hace de rutina, sino por lo general en infecciones urinarias más complicadas o como seguimiento para confirmar que el tratamiento antibiótico tuvo éxito.

En el urocultivo se determina exactamente cuál es la bacteria causante de la infección y cuáles antibióticos sirven para eliminarla.

Para que los exámenes sean confiables es muy importante tomarlos adecuadamente. 

Es fundamental el aseo genital con agua, orinar primero en el inodoro un poco y luego sí recoger la muestra en el recipiente estéril destinado para ello sin tocar con los dedos ni el interior ni el borde porque las bacterias de las manos pueden contaminar la muestra de orina.

¿Cuándo preocuparse por una infección urinaria?

Los grupos de especial cuidado al hablar de infecciones de las vías urinarias son:

  • Niños
  • Mujeres embarazadas
  • Hombres
  • Personas con demencia
  • Cualquier persona con infecciones urinarias que repiten

Infecciones urinarias en niños

Es muy probable que un bebé de menos de seis meses con infección urinaria tenga que ser tratado en el hospital. 

Los menores de dos meses con seguridad lo necesitarán porque presentan un alto riesgo de presentar infecciones del riñón y graves complicaciones.

Es una infección difícil de diagnosticar porque a veces solo es un bebé que llora mucho y tiene fiebre sin problemas muy obvios en la orina. 

Por esto, puede ser tratada como otra infección, respiratoria por ejemplo, y no dársele la importancia suficiente.

Siempre se debe hacer diagnóstico y seguimiento con urocultivos en niños pequeños y hacer toma de ecografía de vías urinarias y tal vez otros exámenes para descartar malformaciones del riñón o una enfermedad llamada reflujo vesicoureteral (la orina se devuelve desde la vejiga hacia arriba) que serían la causa de la infección.

Infecciones urinarias en el embarazo

En el embarazo, las infecciones urinarias son peligrosas porque aumentan el riesgo de hospitalizaciones por pielonefritis (infección del riñón), parto prematuro, bajo peso del recién nacido y ruptura prematura de membranas (las membranas que protegen al bebé se rompen antes del parto aumentando el riesgo de infecciones).

Todo esto conlleva el problema adicional de aumentar las hospitalizaciones y el riesgo de muerte tanto de la madre como del bebé.

Por eso, en embarazadas se solicitan los exámenes de orina (uroanálisis y urocultivos) en varias oportunidades, sobre todo en los primeros tres o cuatro meses y cerca del parto.

Un examen de orina con signos de infección, incluso si la mujer no presenta ningún síntoma, se trata como una infección en el embarazo.

Infecciones urinarias en hombres

En los hombres es más difícil que se presente una infección urinaria porque la uretra es más larga y es menos probable que las bacterias lleguen a la orina.

Por eso, además del tratamiento rápido para impedir la progresión de la infección hacia el riñón, es importante averiguar si existe una posible obstrucción del flujo normal de orina en especial si se presenta dolor abdominal bajo.

Las causas más frecuentes de esta obstrucción son el aumento de tamaño de la próstata, la estrechez uretral (por infecciones de transmisión sexual previas o uso de sondas para extraer la orina, por ejemplo), cálculos urinarios. 

También se deben descartar enfermedades que disminuyan las defensas naturales del cuerpo como la diabetes, por ejemplo.

Infecciones urinarias y demencia

La demencia más conocida es la de Alzheimer, pero existen muchas otras condiciones similares en las cuales la persona presenta pérdidas importantes de memoria, desorientación y otras formas de deterioro mental.

En estos casos, es difícil el diagnóstico de infección urinaria porque el paciente no está consciente de lo que es normal o no y puede fácilmente pasar por alto los síntomas.

Además, como la mayoría de personas con demencia son ancianos, por lo general las defensas del cuerpo están disminuidas y es raro que se presenten signos claros de infección como la fiebre.

A veces, la única manera de sospechar que una persona con demencia tiene una infección urinaria es porque su estado mental se altera: se agitan más, tienen alucinaciones y, en general, empeoran de repente.

Infecciones urinarias recurrentes

En todos estos grupos suele haber infecciones urinarias a repetición porque hay factores de riesgo asociados.

Es clave hacer seguimiento con uroanálisis y urocultivos constantes para evitar que los riñones sufran proporcionando el tratamiento antibiótico acertado y completo a tiempo, si es necesario por tiempo prolongado.

En mujeres sin estos factores de riesgo, a veces se presentan infecciones urinarias recurrentes que deberían tener seguimiento por un urólogo para descartar complicaciones de salud nuevas.

El objetivo en todos los casos es curar la infección e impedir el daño del riñón.

Referencias

MedlinePlus Infección urinaria en niños

Infecciones del tracto urinario (para Padres) – Nemours KidsHealth

Manual MSD Infección urinaria en lactantes y niños

NIDDK NIH Infección de vejiga en niños

Manual MSD Infección urinaria en embarazo

MD SAUDE Infección urinaria en el embarazo: riesgos y tratamiento

Infección de la vejiga en los hombres: ¿Cuáles son los síntomas?

Infecciones de las vías urinarias en los hombres

Consecuencias conductuales de la infección de orina en personas con alzheimer y otras demencias

La demencia altera los síntomas de la infección urinaria

Salusmayores Infección de orina y demencia

Elsevier Infección urinaria recurrente en mujeres

Cistitis crónica: ¿hay una cura?

Muchas veces nos preocupa la grasa en el abdomen por motivos estéticos. Por vergüenza de tener ‘panza’.

Sin embargo, es un asunto mucho más serio de lo que te imaginas.

La grasa que se acumula en el abdomen produce sustancias en el organismo y genera reacciones que nos pueden enfermar.

De hecho, se calcula que una de cada cuatro personas en el mundo tiene problemas de salud relacionados con estas acumulaciones de grasa.

El conjunto de estas alteraciones se llama Síndrome Metabólico y, aunque no es algo fácil de lograr, necesitamos controlarlo lo más que podamos.

¿Por qué la grasa del abdomen se vuelve un problema?

Muchas de las comidas que ingerimos tienen grasas que se absorben a la sangre y se acumulan en el cuerpo de maneras diferentes.

Una manera es la llamada grasa subcutánea, que significa que está debajo de la piel. Esta grasa no tiene mayor problema ni genera enfermedades.

La otra manera en que se acumulan estas grasas es dentro de la llamada grasa visceral. Esa es la problemática porque altera todo el funcionamiento del cuerpo.

La grasa visceral se acumula en varias partes, pero la más evidente es en la zona abdominal.

Produce la llamada obesidad ‘androide’, ‘central’ o ‘en forma de manzana’ para diferenciarla de la grasa subcutánea que, por ir a las caderas principalmente, se ha  llamado ‘en forma de pera’.

Por múltiples y complicadas razones, cuando el cuerpo humano acumula grasa visceral en exceso, presenta problemas para que la insulina natural del cuerpo actúe y se produce la llamada resistencia a la insulina y, finalmente, el Síndrome Metabólico.

La resistencia a la insulina aumenta el azúcar en la sangre, hace que los triglicéridos se acumulen y acaben disminuyendo el ‘colesterol bueno’ y aumenta la presión arterial porque altera el riñón, entre otras cosas.

En resumen, esta resistencia no es nada buena. Te invito a leer el post Siete consejos para activar tu insulina natural para aprender más al respecto.

¿Qué es el Síndrome Metabólico?

Desde épocas muy antiguas, los libros y tratados de medicina han asociado la obesidad con ciertas enfermedades. La diabetes y los infartos cardiacos son los primeros en esta lista.

También los médicos notaron desde hace mucho que las personas con obesidad, especialmente con aumento de grasa abdominal, presentaban más posibilidad de tener elevaciones de la presión arterial o hipertensión arterial.

En nuestros tiempos modernos, se vio que, además de todas estas alteraciones, también se evidenciaban anormalidades en los análisis de sangre.

Las grasas en la sangre se alteran y lo puedes ver en el perfil lipídico: Colesterol total, colesterol LDL, colesterol HDL y Triglicéridos.

Poco a poco se trató de reunir todas estas anormalidades en un solo grupo para decidir cómo evitar complicaciones (diabetes, infartos cardiacos, trombosis cerebrales) y, por fin, a fines del siglo XX se estableció cómo hacer el diagnóstico del Síndrome Metabólico.

¿Cómo saber si tengo síndrome Metabólico?

El Síndrome Metabólico tiene cinco componentes. Si presentas tres o más al tiempo en cualquier momento de la vida, lo tienes. Estos son:

  • Aumento del perímetro de la cintura: El médico o la enfermera miden la circunferencia del abdomen y da una cifra. Se ha establecido que es diferente para diferentes zonas geográficas y también cambia en hombres y en mujeres.

La definición de perímetro abdominal aumentado para los adultos nacidos en Centroamérica y Suramérica es máximo de 94 cm para varones y de 80 cm para mujeres.

  • Aumento de los Triglicéridos en la sangre: más de 150 mg%
  • Disminución del colesterol HDL en la sangre o “colesterol bueno” porque no se acumula en las arterias: Menos de 40 mg%
  • Aumento de la presión arterial: 

Presión sistólica mayor de 130 mm Hg

Presión diastólica mayor de 85 mm Hg

  • Aumento de la glucosa en ayunas (azúcar en la sangre): Más de 100 mg%

Si solo aparecen algunos de estos indicadores también debes tener tratamiento porque cada uno representa un riesgo para la salud.

Además, hay condiciones en las que se piensa que es más posible desarrollar Síndrome Metabólico porque se presentan muchas veces juntos. Así que cuídate si tienes:

  • Hígado graso no alcohólico: aparece en una ecografía o ultrasonido de abdomen.
  • Elevación del ácido úrico en sangre o gota.
  • Síndrome de ovario poliquístico: se presenta por lo general con alteraciones en la menstruación y obesidad.
  • Apnea obstructiva del sueño: Ronquidos nocturnos y periodos de falta de respiración al dormir.

Y entonces, ¿qué puedo hacer ante el Síndrome Metabólico?

Debes implementar cambios en tu manera de pensar, actuar, comer y ver la vida para que tú y tus hijos enfrenten esta epidemia.

Cada vez hay más niños y adolescentes que presentan alteraciones del azúcar y los triglicéridos relacionadas con esta enfermedad que se supone que se debería presentar solo en adultos.

Así que hay que disminuir la grasa visceral con estos cambios:

  1. La dieta es básica, todos lo sabemos. 

Se debe hacer una dieta abundante en frutas, verduras, cereales integrales, carnes magras, en especial aves y pescado.

La manera de comer sano debe ser una convicción, no una dieta pasajera o una moda mientras bajamos de peso para las vacaciones.

Esta es la única manera de disminuir la grasa visceral.

  1. El ejercicio, por supuesto es fundamental.

El sedentarismo es un mal mundial. Se ha visto que usar la computadora más de cuatro horas al día aumenta el riesgo de Síndrome Metabólico.

Si hay obesidad o sobrepeso se debería perder por lo menos del 5 a 10% de peso a un ritmo lento de más o menos una libra por semana, pero sosteniéndolo por un largo tiempo.

El ejercicio se debe hacer aumentándolo poco a poco hasta llegar a 60 a 90 minutos diarios para realmente bajar de peso.

Sin embargo, treinta minutos al día de una actividad moderada también sirven: por ejemplo, caminar, hacer las labores de la casa, jugar con los niños o las mascotas, hacer trabajos de jardinería. 

  1. No desanimarse

Después de perdido el peso vuelve a recuperarse casi tan rápido como se perdió, así que es necesario no perder el ánimo:

  • Rodearse de personas que deseen un cambio para mejorar: hacer buen uso de redes sociales para aprender cada vez mejores hábitos de salud.
  • Adquirir conocimiento en internet como estás haciendo ahora.
  • Tener controles periódicos con el médico para chequear la presión arterial, el peso y el perímetro abdominal.
  • Toma de exámenes de laboratorio para verificar la mejoría.
  • Idealmente, tener controles con un especialista en nutrición.

El Síndrome Metabólico no es una sentencia de muerte si le prestamos atención y, si sigues estas recomendaciones te verás y, sobre todo, te sentirás muy bien.

Referencias

as.com Actividades cotidianas para bajar de peso

Mayo Clinic Colesterol HDL: Cómo aumentar tu colesterol ‘bueno’

Mayo Clinic Grasa abdominal en las mujeres

MedlinePlus Colesterol bueno (HDL).

MedlinePlus Síndrome metabólico

NIH SÍNDROME METABÓLICO Causas y factores de riesgo

PDF Breve crónica de la definición del Síndrome Metabólico

PDF SÍNDROME METABÓLICO: Una epidemia en la actualidad

Tuasaude Grasa visceral

El hígado es el verdadero órgano vital. Es irremplazable y, cuando falla, la vida se acaba poco a poco.

Afortunadamente, tiene una gran capacidad de curarse a sí mismo.

Los griegos antiguos lo sabían. De ahí el mito de Prometeo, castigado por Zeus a que todos los días un águila le devorara el hígado. La víscera se volvía a regenerar y el castigo seguía eternamente.

Esa capacidad de regeneración hace posible, por ejemplo, los trasplantes con donante vivo, pues el receptor sólo necesita una porción de este órgano, mientras que el donante recupera, en pocos meses, la totalidad del hígado que donó.

¿Para qué sirve el hígado?

Entre las principales funciones del hígado están:

  • Limpiar la sangre de medicamentos y toxinas
  • Producir defensas y eliminar infecciones
  • Producir colesterol y las proteínas que transportan las grasas en la sangre
  • Ayudar en la coagulación de la sangre
  • Almacenar el azúcar de la sangre
  • Procesar la hemoglobina y almacenar hierro
  • Producir la bilis para digerir las grasas
  • Convertir el amoniaco en urea

¿Cómo se puede dañar el hígado?

El hígado es un órgano que está muy conectado con la circulación de la sangre de todo el cuerpo, por lo que puede sufrir como consecuencia de muchísimas enfermedades y toxinas.

También por eso, es el primer órgano a donde hay invasión (metástasis) de cánceres en otros órganos.

La enfermedad asociada con más frecuencia al hígado es la presencia de cálculos en la vesícula biliar, una pequeña bolsa donde se digieren las grasas de los alimentos gracias a la bilis producida en el hígado.

Esta bilis contiene colesterol que, en forma de cristales, puede acumularse y formar piedras o cálculos que en cualquier momento pueden producir una obstrucción.

Si la obstrucción dura mucho tiempo, el riesgo de daño de las células del hígado es alto y se podría producir una cirrosis.

La cirrosis por alcohol y por cálculos biliares es una de las enfermedades más comunes que existen.

Las hepatitis de diversas clases y las toxinas también producen daños severos en el hígado y son bastante frecuentes.

El hígado graso no alcohólico, una condición cada vez más encontrada en ecografías abdominales en el mundo occidental se está convirtiendo en una causa importante de daño del hígado. Se relaciona con los malos hábitos alimentarios, el sobrepeso, la obesidad, la resistencia a la insulina, y con el azúcar y los triglicéridos altos en la sangre.

¿Cómo saber si mi hígado funciona bien?

Existen tres maneras básicas de vigilar la integridad y función del hígado.

  1. Chequeo médico

Existen muchos exámenes de laboratorio que es necesario verificar cuando se sospecha un daño del hígado. 

Sin embargo, toda exploración comienza en el consultorio del médico general y luego con los especialistas.

El médico indaga sobre antecedentes personales como consumo de drogas y alcohol o conductas sexuales de riesgo que puedan producir infecciones de transmisión sexual.

Los antecedentes familiares y personales de enfermedades del hígado, el colesterol y los triglicéridos, diabetes, cáncer, también ayudan a detectar problemas a tiempo.

Tanto el sobrepeso y la obesidad como la pérdida repentina de peso se deben tener en cuenta.

Los síntomas como color amarillo en piel y ojos (ictericia), orina oscura, materia fecal de color blanco, dolor en el lado superior derecho del abdomen, abdomen inflamado, picor en la piel, entre otros, se relacionan con diferentes enfermedades hepáticas.

También el médico, durante la palpación del abdomen, puede notar anomalías. Las principales son dolor, hígado muy aumentado de tamaño (signo de congestión del hígado) o hígado pequeño y duro (signo de cirrosis), líquido en el abdomen (ascitis).

  1. Ecografía abdominal y de vías biliares

El examen de ultrasonido abdominal permite evidenciar problemas antes de que se presenten síntomas graves.

En una ecografía, se puede detectar la presencia de cálculos y la probabilidad de que estén produciendo una obstrucción dependiendo de dónde estén ubicados.

Se pueden ver cambios estructurales del hígado como aumento de tamaño cuando está congestionado o disminución de tamaño cuando hay una cirrosis.

El ultrasonido también es útil para evidenciar el hígado graso alcohólico y no alcohólico.

También se pueden detectar tumores o masas.

  1. Exámenes de laboratorio

Hay algunos exámenes de laboratorio que también se pueden alterar en otras enfermedades, pero que pueden dar una señal indirecta de un fallo en el hígado como:

  • Prueba de coagulación: Tiempo de protrombina (TP)
  • Albúmina y Proteínas totales en la sangre
  • Glucosa en sangre
  • Hemograma o cuadro hemático
  • Pruebas de función del riñón: Creatinina en sangre y examen general de orina (uroanálisis o parcial de orina)
  • Calcio en la sangre
  • Colesterol y triglicéridos

Por otro lado, hay pruebas más específicas que miden las funciones del hígado y pueden orientar al sitio del daño:

  • Bilirrubinas: total, directa e indirecta
  • Transaminasas:

Transaminasa Oxalacética (TsGO)/Aspartato aminotransferasa (AST/TGO)

Transaminasa Pirúvica (TsGP)/Alanina aminotransferasa (ALT/TGP)

  • Fosfatasa alcalina
  • Deshidrogenasa láctica (DHL)
  • Gamma Glutamil Transpeptidasa (GGT)

Si además se sospecha una causa muy específica del daño hepático, en especial una hepatitis viral, se solicitarán exámenes que detectan la presencia de estos virus como anticuerpos y antígenos específicos para cada enfermedad.

Después, el especialista decidirá si se necesitan exploraciones más complejas.

Todas estos análisis son el primer paso para detectar enfermedades en el hígado sin el cual, recuérdalo, no puedes vivir.

Referencias

Amhigo.com El hígado de Prometeo y la regeneración hepática

Cancer.org Cáncer de hígado ¿cómo se diagnostica?

Kidshealth Análisis de sangre: función hepática (hígado)

Manual MSD Pruebas hepáticas en sangre

Mayo Clinic Enfermedad hepática del hígado graso no alcohólico

Mayo Clinic Estudios de la función hepática

Mayo Clinic Trasplante de hígado de donante vivo

MedlinePlus Pruebas funcionales hepáticas

Stanford Medicine Anatomía y función del hígado

La diabetes, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), es una enfermedad
metabólica crónica caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre (o azúcar en
sangre), que con el tiempo conduce a daños graves en el corazón, los vasos sanguíneos,
los ojos, los riñones y los nervios.

World diabetes day; hand holding sugar cubes and thumb down in another hand

Esta puede afectar a personas de todas las edades, y depende mucho del estilo de vida que
se lleve, así como de los hábitos con los que cuenta una persona. Además, la diabetes
puede desarrollarse debido a un historial clínico familiar con antecedentes de esta
enfermedad.

Sin embargo, no solo existe un tipo de diabetes, sino que hay una amplia y variada cantidad
de diagnósticos a la hora de hablar de esta enfermedad.

Algunos tipos de diabetes que se podrían desarrollar son:

Diabetes tipo 1
La diabetes tipo 1 es una enfermedad causada por una respuesta autoinmunitaria, la
cual impide que el cuerpo genere insulina. Generalmente se diagnostica en niños,
adolescentes y adultos jóvenes, y sus síntomas aparecen rápidamente.
Cerca del 5% a 10% de las personas con diabetes cuentan con Diabetes Tipo 1.

Diabetes tipo 2
Este es el tipo de diabetes más común, y suele presentarse, en su mayoría, dentro
de una población más adulta. Sin embargo, cada vez existen más casos de niños y
adultos jóvenes con este diagnóstico. Este consiste en un uso inadecuado, por parte
del cuerpo, de la insulina, lo que provoca que sea difícil mantener niveles normales
de azúcar en la sangre.

Aproximadamente del 90% a 95% de las personas con diabetes cuentan con
Diabetes Tipo 2.

Elderly adult with diabetes pricking a finger to draw blood to measure his sugar levels from home

Diabetes gestacional
La diabetes gestacional es un padecimiento que pueden presentar mujeres
embarazadas que nunca han tenido diabetes a lo largo de su vida. Este puede ser
temporal, y puede afectar la salud en general del bebé. Además, este aumenta el
riesgo de generar Diabetes tipo 2.

The doctor makes a blood test for a pregnant girl.


Otros tipos de diabetes:

● Diabetes secundaria a medicamentos.
● Diabetes Relacionada con Fibrosis Quística
● Diabetes MODY (Maturity Onset Diabetes in the Young)
● Prediabetes

Según datos brindados por la Organización Mundial para la Salud (OMS), el número de
pacientes con diabetes incrementó de 108 millones en 1980 a 422 millones en 2014.
Asimismo, en 2019 fue la causa de más de 2.0 millones de fallecimientos, junto con la
nefropatía diabética.
La diabetes puede ser prevenida con buena alimentación, ejercicio y un estilo de vida
saludable. Sin embargo, es necesario hacer chequeos con regularidad para estar al tanto de
lo que ocurre dentro del cuerpo.


Esto nos lleva a la pregunta:

“¿Cómo puedo detectarla a tiempo?”

Es importante darle prioridad a los exámenes cuando aparecen los siguientes síntomas:


● Aumento de la sed y de las ganas de orinar
● Aumento del apetito
● Fatiga
● Visión borrosa
● Entumecimiento u hormigueo en las manos o los pies
● Úlceras que no cicatrizan
● Pérdida de peso sin razón aparente


En caso de presentar estos síntomas, es importante acudir con su médico de confianza. Los
exámenes que por lo general se realizan para detectar la diabetes y prediabetes son la
prueba A1C, y el uso de la glucosa plasmática en ayunas.
Prueba A1C: Es un análisis de sangre que indica los niveles promedio de glucosa en la
sangre (azúcar en la sangre) durante los últimos 3 meses. La prueba A1C no da resultados
precisos en las personas con anemia.
Glucosa plasmática en ayunas: La glucosa plasmática en ayunas es una prueba que mide
el nivel de glucosa en la sangre en un momento concreto. Para conseguir los resultados
más fiables, lo mejor es hacer el examen por la mañana, después de un ayuno de por lo
menos 8 horas.


Recuerde que un diagnóstico a tiempo podría llegar a salvar su vida.

Fuentes:
https://www.paho.org/es/temas/diabetes
http://www.scielo.org.co/pdf/amc/v41n2/0120-2448-amc-41-02-00096.pdf
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/diabetes
https://www.cdc.gov/diabetes/spanish/basics/diabetes.html
https://www.fundaciondiabetes.org/infantil/177/tipos-de-diabetes-ninos
https://www.niddk.nih.gov/health-information/informacion-de-la-salud/diabetes/informacion-g
eneral/sintomas-causas

https://www.niddk.nih.gov/health-information/informacion-de-la-salud/diabetes/informacion-general/pruebas-diagnostico
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