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Siete consejos para activar tu insulina natural 

El páncreas es un órgano misterioso ubicado detrás del estómago y el intestino, cerca del hígado.

Como todo buen trabajador, actúa en silencio y eficientemente, y solo lo notas cuando está muy dañado.

Produce enzimas que se unen con los jugos gástricos del hígado y el intestino para que ocurra la digestión de los alimentos. Esto lo hacen sus células alfa.

Las células beta, en pequeñas islas dentro del órgano, curiosamente, hacen algo totalmente diferente: producen hormonas. Una de ellas, el glucagón, es una de las llamadas hormonas del estrés. La otra, más famosa, es la insulina.

Función de la insulina

La insulina se produce cuando el azúcar (glucosa) de los alimentos se absorbe a la sangre. Su objetivo es hacer que este azúcar entre en las células, especialmente en el músculo, y produzca energía.

Pero muchas veces esta orden no es respondida. Esto se llama resistencia a la insulina. 

La insulina entonces aumenta y aumenta, pero el azúcar se queda en la sangre, se acumula y empieza a ser dañino. Se produce una prediabetes y luego una diabetes tipo 2, cada vez más común, ya no solo en adultos, sino en niños y adolescentes.

Más azúcar en la sangre fuerza al páncreas a trabajar cada vez más, hasta que, poco a poco, deja de producir suficiente insulina. Entonces, seguramente tendrás que inyectarte la insulina faltante.

Pero siempre se puede prevenir o revertir este proceso y hacer que la insulina natural trabaje a su máxima capacidad.

Las siguientes recomendaciones sirven para dos cosas:

  • Para que tu páncreas no se dañe o para que se repare en alguna medida este daño.
  • Para que tu cuerpo no haga resistencia a la insulina y esta hormona funcione al máximo.

Consejo No. 1: Come de manera saludable

El objetivo al comer debe ser no aumentar súbitamente el azúcar en la sangre y así evitar el desperdicio de la insulina natural.

Para esto, se recomienda no hacer grandes comidas, sino comer menos, pero de cuatro a seis veces al día. Esto regula la producción de insulina y el nivel de azúcar en la sangre. 

Además, debes encontrar el tiempo y el lugar para comer con calma y para masticar adecuadamente los alimentos.

Es útil consumir:

  • Fibra soluble: ayuda además a reducir el colesterol en la sangre. Está especialmente en la avena, las legumbres, la linaza, la cebada, las coles de Bruselas y frutas como las manzanas y las naranjas.
  • Vegetales de diferentes colores: proporcionan nutrientes y antioxidantes que impiden la acción de los radicales libres (sustancias que inflaman y dañan los órganos). 
  • Carbohidratos (harinas y azúcares) que produzcan baja liberación de azúcar a la sangre y le dejen tiempo a la insulina para actuar. Se llaman carbohidratos de bajo índice glicémico y algunos de ellos son: las batatas, el arroz integral, la quinua, la avena.
  • Otras sustancias que disminuyen la resistencia a la insulina: el fenogreco, la cúrcuma, el jengibre, el ajo, la canela, el té verde, el vinagre de sidra de manzana.

Consejo No. 2: No comas cosas perjudiciales

Aunque es difícil, porque casi todos los productos comerciales actuales (bebidas azucaradas, productos de galletería y pastelería, helados, etc.) los contienen en alguna medida, deberíamos evitar:

  • Los azúcares añadidos como la sacarosa o azúcar de mesa y el jarabe de maíz. Son altamente procesados y contienen gran cantidad de fructosa. Elevan mucho y rápidamente el azúcar en la sangre con las complicaciones que ya hemos comentado.
  • Las grasas artificiales, conocidas como grasas trans aumentan el peso corporal, lo cual empeora la resistencia a la insulina y, además, aumentan el colesterol. 
  • El alcohol: aumenta el peso por el exceso de calorías que tiene, empeora la resistencia a la insulina y puede producir cambios muy bruscos de azúcar, sobre todo en diabéticos que toman medicamentos.

Consejo No. 3: No fumes

El cigarrillo produce sustancias tóxicas para todos los órganos, incluyendo el páncreas.

Aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular y cáncer, y empeora el estrés general del cuerpo y su capacidad de curarse a sí mismo.

Consejo No. 4: Descansa

Es necesario dormir por lo menos siete horas al día y que eso se manifieste en una sensación real de descanso.

Se debe detectar el estrés crónico y actuar contra él. Las hormonas del estrés empeoran la resistencia a la insulina.

Consejo No. 5: Haz ejercicio

Se recomienda realizar por lo menos 150 minutos de ejercicio aeróbico a la semana: caminar, nadar, practicar un deporte.

Sería ideal tener un programa de ejercicios aeróbicos y de resistencia combinados pautados con un médico y un entrenador.

El ejercicio ayuda a bajar de peso, disminuye el estrés y ayuda a que el azúcar sea utilizado en los músculos, lo cual mejora los niveles de glucosa y disminuye la resistencia a la insulina.

Consejo No. 6: Pon atención a los cambios de tu cuerpo

Si hay sobrepeso u obesidad, en especial si la grasa se acumula en la región del abdomen, habrá mayor resistencia a la insulina, además del riesgo agregado para el corazón y otros órganos.

El aumento de la presión arterial debe alertarnos al riesgo de sufrir de otras enfermedades. 

Si los niveles de glucosa ya son muy altos, el cuerpo lo manifestará: tendrás mucha sed, muchas ganas de orinar, en especial en las noches, mucha hambre y más agotamiento físico y mental.

Consejo No. 7: Pon atención a tus exámenes de laboratorio

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Si hay sobrepeso y obesidad o tienes antecedentes familiares de diabetes, independientemente de la edad, deberías tomar cada año por lo menos:

  • Examen de azúcar en la sangre (glucosa en ayunas)  
  • Perfil lipídico: colesterol total, HDL y LDL y triglicéridos 

Si la glicemia en ayunas está aumentada se hacen otros laboratorios para verificar si hay diabetes:

  • Prueba de tolerancia oral a la glucosa: dos exámenes de sangre con dos horas de diferencia para determinar de nuevo la glucosa, primero en ayunas y luego de consumir una cantidad de azúcar determinada. 
  • Hemoglobina glicosilada o Hemoglobina glicada o HbA1c: Da el promedio de la cantidad de azúcar en la sangre en los últimos tres meses.

Si se diagnostica prediabetes o diabetes, te solicitarán otros exámenes para determinar la función del riñón y la presencia de azúcar en la orina como la creatinina y el uroanálisis o parcial de orina. 

En ocasiones, se necesitarán exámenes algo menos comunes como la curva de insulina en tres horas que se compara con los exámenes de glucosa para decidir el tratamiento en ciertos pacientes con hipoglicemia (bajo azúcar) o diabetes de difícil manejo.

La importancia de todos estos exámenes radica en las acciones que se tomen para mejorar; no son solo un número.

Una vez que se tomen acciones prácticas, sea en cambios del estilo de vida como los mencionados o con la toma de medicamentos cuando sea necesario, se debe hacer seguimiento con más exámenes para verificar que el cuerpo está respondiendo y tu insulina natural está trabajando.

Referencias:

Healthline Formas naturales para mejorar la sensibilidad a la insulina

Kidshealth Diabetes

Mayo Clinic Diabetes: Diez formas de evitar complicaciones

Medline Plus Cuidados personales – la diabetes tipo 2

Medline Plus Datos sobre las grasas trans

Medline Plus Diabetes y alcohol

NIDDK NIH 4 pasos para controlar la diabetes

NIH El poder del páncreas

PAHO Deficiencia de acción insulina

PAHO Diabetes

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