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Primer centro de medicina integral para la mujer en Honduras

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El cáncer de mama es una de las principales causas de mortalidad en mujeres a nivel mundial. Sin embargo, tanto su pronóstico como tratamiento pueden cambiar radicalmente cuando se detecta a tiempo. La prevención temprana no solo salva vidas, sino que también permite tratamientos menos invasivos y con mayores tasas de éxito. Reconocer factores de riesgo, acudir a controles periódicos y mantener hábitos saludables son pilares fundamentales para reducir su incidencia.

Por qué los mitos pueden poner en riesgo tu salud

La desinformación y los rumores pueden desviar la atención de las verdaderas medidas preventivas. Creer en mitos infundados, como evitar ciertos productos o postergar estudios médicos por miedo, puede retrasar diagnósticos cruciales. Romper estas falsas creencias es esencial para empoderar a las personas y guiarlas hacia decisiones fundamentadas en evidencia científica.

Panorama General del Cáncer de Mama

Datos actuales: cifras de incidencia y mortalidad en Latinoamérica

En Latinoamérica, el cáncer de mama representa el tipo de cáncer más frecuente en mujeres, con más de 460.000 nuevos casos al año según la Organización Panamericana de la Salud. Las tasas de mortalidad continúan siendo elevadas debido al diagnóstico tardío, la falta de acceso a controles regulares y la disparidad en los sistemas de salud. Esta realidad subraya la necesidad urgente de campañas de educación y prevención accesibles para todas las comunidades.

Factores de riesgo: lo que la ciencia ha demostrado

Los principales factores de riesgo incluyen la edad, la exposición a estrógenos, la obesidad, el consumo excesivo de alcohol, el sedentarismo y el inicio temprano de la menstruación o menopausia tardía. La investigación científica ha demostrado que, aunque no todos los factores pueden modificarse, muchos de ellos están vinculados a decisiones de estilo de vida que pueden controlarse o atenuarse.

El papel de la genética y el entorno en el desarrollo de la enfermedad

Solo entre un 5% y un 10% de los casos de cáncer de mama se asocian con mutaciones genéticas heredadas, como BRCA1 y BRCA2. El resto está relacionado con el entorno y el estilo de vida. Factores como la contaminación ambiental, la dieta desequilibrada y la exposición a radiaciones también influyen en el riesgo, demostrando que la prevención es un esfuerzo multifacético.

 Mito 1: “El cáncer de mama solo afecta a mujeres mayores”

La realidad: casos en mujeres jóvenes y hombres

Aunque el riesgo aumenta con la edad, el cáncer de mama no discrimina. Cada vez se diagnostican más casos en mujeres menores de 40 años y, aunque menos frecuente, también afecta a hombres. Esta realidad exige que todas las personas, sin importar su edad o género, estén atentas a los signos de alerta y adopten medidas preventivas.

Cómo la edad influye, pero no limita el riesgo

Envejecer incrementa el riesgo debido a los cambios hormonales y celulares, pero no excluye a los grupos más jóvenes. El desconocimiento de esta verdad provoca retrasos en la búsqueda de atención médica en personas jóvenes que notan cambios sospechosos.

Mito 2: “Si no hay antecedentes familiares, no hay riesgo”

El peso de la herencia genética frente a otros factores

Si bien contar con familiares directos con antecedentes de cáncer de mama incrementa el riesgo, la mayoría de los casos se produce en personas sin historial familiar. Esto demuestra que centrarse únicamente en la genética puede generar una falsa sensación de seguridad.

Hábitos y estilo de vida que pueden aumentar el riesgo sin antecedentes

Factores como el sedentarismo, el sobrepeso, el tabaquismo y la dieta rica en ultraprocesados tienen un peso considerable en el desarrollo de la enfermedad. Estos hábitos pueden influir incluso más que los genes en la aparición del cáncer, lo que evidencia la importancia de adoptar rutinas saludables.

Mito 3: “El uso de desodorantes o sostenes con aro provoca cáncer”

Origen de este mito y por qué persiste

Este mito surgió en las décadas de los noventa por cadenas de correos electrónicos que advertían sobre químicos presentes en desodorantes y la presión de los sostenes con aro. La ausencia de estudios sólidos en aquel entonces alimentó el temor colectivo.

Lo que dicen los estudios científicos sobre productos de uso diario

Numerosas investigaciones han descartado una relación directa entre estos productos y el cáncer de mama. Las autoridades sanitarias internacionales coinciden en que ni los desodorantes ni los sostenes con aro representan un factor de riesgo comprobado.

Mito 4: “Las mamografías son peligrosas o causan cáncer”

El rol crucial de la mamografía en la detección temprana

La mamografía es una herramienta indispensable para detectar lesiones diminutas, incluso antes de que se presenten síntomas. Este examen permite iniciar tratamientos tempranos que mejoran la tasa de supervivencia de manera significativa.

Riesgos reales versus beneficios comprobados

La dosis de radiación emitida en una mamografía es mínima y está considerada segura. Los beneficios de identificar un tumor en etapas iniciales superan ampliamente los riesgos potenciales, por lo que los especialistas recomiendan su realización periódica según la edad y el historial médico.

Mito 5: “Un bulto en el seno siempre significa cáncer”

Lesiones benignas comunes que pueden confundirse con tumores

No todo bulto es maligno. Existen quistes, fibroadenomas y cambios fibrosos que son benignos y suelen presentarse en mujeres jóvenes. Sin embargo, no deben ignorarse, pues requieren evaluación profesional para descartar patologías graves.

Cuándo acudir al médico y qué exámenes solicitar

Ante cualquier bulto, secreción inusual, cambios en la piel o dolor persistente, es fundamental acudir al especialista. Ecografías, mamografías o biopsias son herramientas esenciales para determinar la naturaleza de la lesión.

Mito 6: “El cáncer de mama es inevitable: no se puede prevenir”

Medidas basadas en evidencia para reducir el riesgo

Aunque no existe un método que garantice evitar el cáncer, mantener un peso saludable, realizar actividad física regular, moderar el consumo de alcohol y evitar el tabaco son acciones que disminuyen significativamente el riesgo.

El impacto de la alimentación, la actividad física y el peso corporal

Una dieta rica en frutas, verduras, cereales integrales y grasas saludables, junto con al menos 150 minutos semanales de ejercicio moderado, fortalece el sistema inmunológico y reduce la inflamación, factores protectores frente al cáncer de mama.

Mito 7: “Si llevo una vida sana, estoy completamente a salvo”

Por qué un estilo de vida saludable no elimina el riesgo al 100%

Llevar hábitos saludables es fundamental pero no garantiza inmunidad total. Existen factores no modificables como la genética y el entorno que pueden influir en el desarrollo de la enfermedad.

La importancia de los controles periódicos incluso en personas sanas

Realizar mamografías, ecografías y visitas ginecológicas de forma regular es indispensable para detectar cambios en el tejido mamario. Incluso quienes se sienten saludables deben someterse a estos controles para asegurar diagnósticos tempranos.

Conclusión

Derribar mitos permite a las personas tomar decisiones responsables basadas en evidencia científica. La educación en salud empodera, reduce el miedo y facilita el acceso a tratamientos oportunos.

Cuidar la salud mamaria requiere una combinación de revisiones médicas constantes, autoexploración consciente y un estilo de vida equilibrado. Priorizar estas acciones no solo reduce el riesgo, sino que también incrementa las posibilidades de un futuro más saludable y libre de temores infundados.

Referencias

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El cáncer de mama continúa siendo uno de los mayores desafíos para la salud femenina en todo el mundo. Aunque los avances médicos han permitido una detección más temprana y tratamientos más eficaces, la prevención sigue siendo la herramienta más poderosa. Adoptar hábitos saludables puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar esta enfermedad, fortaleciendo el equilibrio hormonal y el sistema inmunológico.

En América Latina, miles de mujeres son diagnosticadas cada año, pero gran parte de estos casos podrían prevenirse mediante elecciones cotidianas más conscientes. Cuidar lo que comes, moverte más, dormir mejor y reducir el estrés no solo mejora la calidad de vida, sino que también puede convertirse en un escudo protector frente al cáncer de mama.

1. Alimentación Equilibrada: Tu Primera Línea de Defensa

Una dieta rica en nutrientes antioxidantes ayuda a neutralizar los radicales libres que dañan las células. Frutas como los frutos rojos, cítricos y uvas, y verduras de hojas verdes como la espinaca o el brócoli, contienen compuestos bioactivos que favorecen la salud mamaria.

Las grasas saludables también son esenciales. El omega-3 presente en pescados grasos, semillas de lino y nueces tiene efectos antiinflamatorios y puede modular los niveles hormonales. Prefiere aceites vegetales como el de oliva extra virgen y evita los aceites refinados.

Por el contrario, los ultraprocesados, los azúcares añadidos y las grasas trans aumentan la inflamación y el estrés oxidativo. Una alimentación natural, colorida y variada es una inversión directa en tu bienestar.

2. Mantén un Peso Saludable y Estable

El exceso de grasa corporal eleva los niveles de estrógeno, una hormona relacionada con el riesgo de cáncer de mama. Mantener un peso equilibrado no se trata solo de estética, sino de salud metabólica.

Opta por estrategias sostenibles: comer despacio, evitar dietas extremas y moverte con regularidad. La inflamación crónica asociada al sobrepeso debilita el sistema inmune y genera un entorno propicio para la proliferación celular anormal. Un cuerpo en equilibrio interno es un cuerpo protegido.

3. Actividad Física: Movimiento que Salva Vidas

Moverte todos los días es una de las decisiones más simples y poderosas. Estudios demuestran que realizar al menos 150 minutos semanales de actividad moderada reduce notablemente el riesgo de cáncer de mama.

No necesitas rutinas extenuantes: caminar, andar en bicicleta, bailar o practicar yoga son opciones accesibles. El ejercicio no solo regula las hormonas y el peso, sino que también mejora el ánimo, la energía y la capacidad del cuerpo para defenderse.

4. Limita el Consumo de Alcohol

El alcohol altera el metabolismo de los estrógenos y puede dañar el ADN de las células mamarias. Incluso pequeñas cantidades aumentan el riesgo con el tiempo.

Si te resulta difícil eliminarlo por completo, comienza reduciendo la frecuencia o la cantidad. Sustituye el vino o los cócteles por infusiones, agua saborizada natural o jugos sin azúcar. Socializar no tiene por qué estar ligado al consumo de alcohol: la salud también puede celebrarse.

5. No Fumar: Un Compromiso con tu Bienestar

El tabaco contiene más de 70 sustancias cancerígenas que afectan directamente los tejidos. Fumar no solo incrementa el riesgo de cáncer de mama, sino que también interfiere con la oxigenación celular y debilita el sistema inmune.

Dejar de fumar genera beneficios casi inmediatos: mejora la circulación, aumenta la energía y reduce la inflamación. Existen líneas de ayuda, grupos de apoyo y terapias sustitutivas que pueden acompañarte en el proceso. Cada cigarrillo menos es un paso más hacia una vida más sana.

6. Duerme Bien: El Rol del Descanso en la Prevención

El sueño regula la producción de melatonina, una hormona que actúa como antioxidante natural y contribuye al equilibrio hormonal. Dormir poco o en horarios irregulares altera estos ritmos y puede impactar negativamente en la salud mamaria.

Establece rutinas relajantes antes de dormir: apaga pantallas, reduce la luz artificial y mantén un horario constante. Un descanso reparador fortalece las defensas y permite que el cuerpo realice sus procesos de regeneración celular.

7. Controla el Estrés con Hábitos Saludables

El estrés sostenido eleva el cortisol y otros mediadores inflamatorios que afectan la salud hormonal. Para contrarrestarlo, integra prácticas que calmen la mente y el cuerpo: la oración, la respiración profunda y los paseos al aire libre son aliados poderosos.

Aprender a decir “no”, establecer límites saludables y priorizar el descanso mental son formas de autocuidado que también previenen la enfermedad. Una mente en calma fortalece el cuerpo.

8. Evita la Exposición a Sustancias Tóxicas

Muchos productos cosméticos y de limpieza contienen disruptores endocrinos, sustancias químicas que imitan las hormonas y alteran el equilibrio interno.

Opta por alternativas más seguras: cosmética natural, detergentes biodegradables y envases libres de BPA. Leer las etiquetas y reducir el contacto con químicos agresivos es un gesto de amor hacia tu cuerpo y el planeta.

9. Amamantar: Beneficio para la Madre y el Bebé

La lactancia materna no solo favorece el desarrollo del bebé, sino que también ofrece una protección biológica para la madre. Durante este proceso, los niveles de estrógeno disminuyen, reduciendo el riesgo de cáncer de mama.

Los expertos recomiendan mantener la lactancia exclusiva por al menos seis meses. Aunque pueda presentar desafíos, el acompañamiento profesional y el apoyo familiar pueden marcar la diferencia.

10. Realiza Controles Médicos y Autoexploraciones Regulares

La detección temprana salva vidas. Realiza un autoexamen mamario cada mes, preferiblemente unos días después del periodo menstrual, cuando el tejido está menos sensible.

A partir de los 40 años, o antes si existe antecedente familiar, se recomienda la mamografía anual o la ecografía mamaria según indicación médica. Prestar atención a cualquier cambio, dolor o secreción es fundamental.

Consejos Extras para un Estilo de Vida Preventivo

Mantén una hidratación constante, prioriza el agua sobre las bebidas azucaradas. Reduce el ruido, las pantallas y la exposición a ambientes contaminados. Rodéate de personas que promuevan hábitos saludables y te inspiren a cuidar de ti.

Errores Comunes que Aumentan el Riesgo sin Notarlo

Seguir dietas demasiado restrictivas puede desbalancear las hormonas y debilitar el sistema inmune. Permanecer largas horas sentada sin pausas también favorece la inflamación. Ignorar señales del cuerpo o posponer controles médicos son errores que se pagan caros. Escuchar tu cuerpo es el primer paso hacia la prevención.

Inspiración y Testimonios: Mujeres que Cambiaron sus Hábitos

Mujeres que decidieron transformar su estilo de vida con pequeños pasos han logrado resultados sorprendentes. Una alimentación consciente, caminatas diarias y chequeos regulares les devolvieron energía, equilibrio y esperanza. Cada historia demuestra que el cambio es posible y que la constancia salva vidas.

Conclusión

La prevención no es un acto aislado, sino una forma de vivir. Cada elección diaria cuenta: lo que comes, lo que piensas, cómo descansas y con quién compartes tu tiempo. Cuidar hoy tu cuerpo es cuidar tu futuro.

La salud mamaria está en tus manos. Empieza con un cambio, por pequeño que sea. La suma de esos gestos cotidianos puede ser el mejor escudo frente al cáncer de mama.

Recursos y Referencias:

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Cada mujer es la primera guardiana de su salud. Conocer la forma, textura y comportamiento habitual de las mamas permite detectar cualquier variación a tiempo. La observación consciente no implica miedo, sino cuidado responsable.

Por qué la detección temprana marca la diferencia

Detectar el cáncer de mama en etapas iniciales aumenta significativamente las probabilidades de tratamiento exitoso y supervivencia. Un diagnóstico precoz no solo salva vidas, sino que permite procedimientos menos invasivos y una mejor calidad de vida.

Cifras actuales sobre el cáncer de mama en Latinoamérica

En América Latina, el cáncer de mama representa la principal causa de muerte oncológica en mujeres. Sin embargo, los especialistas coinciden: más del 90 % de los casos detectados temprano pueden tratarse con éxito.

Comprender la Salud Mamaria

Qué es la salud mamaria y por qué requiere atención constante

La salud mamaria abarca el equilibrio estructural, hormonal y funcional del tejido mamario. Su cuidado requiere atención continua porque responde a variaciones hormonales, edad, genética y estilo de vida.

Factores que influyen en el bienestar de las mamas

El estrés, la alimentación rica en grasas saturadas, el sedentarismo y la exposición a sustancias químicas alteran el entorno hormonal. Dormir poco o fumar también interfiere en la regeneración celular.

Cambios normales vs. cambios anormales

Durante el ciclo menstrual pueden aparecer sensibilidad o hinchazón, lo cual es habitual. Sin embargo, bultos fijos, dolor persistente o alteraciones cutáneas requieren evaluación médica inmediata.

Autoexploración Mamaria: Primer Paso hacia la Prevención

3.1. Cuándo y cómo realizar el autoexamen mamario

Se recomienda realizarlo una vez al mes, unos días después de la menstruación. Frente al espejo, con los brazos en distintas posiciones, se observa forma, color y textura. Luego, se palpan ambos senos y axilas con movimientos circulares.

3Errores comunes al autoexaminarse

Presionar demasiado, hacerlo en fechas inadecuadas o comparar un mes con otro sin registro pueden confundir. Lo esencial es la constancia y conocer el propio patrón.

Qué buscar: señales que no deben pasar desapercibidas

Bultos, retracción del pezón, secreción, cambios de color o textura, o cualquier diferencia notable deben motivar una consulta médica sin demora.

Cambios en la Forma o Tamaño del Seno

Asimetrías nuevas

Es normal tener una leve diferencia entre mamas, pero un cambio reciente en tamaño o forma puede indicar un crecimiento anómalo o inflamatorio.

Hundimientos o abultamientos visibles

Un hundimiento o abultamiento localizado puede señalar alteraciones internas del tejido mamario que deben evaluarse con estudios por imagen.

Alteraciones que no se corrigen con el ciclo menstrual

Si los cambios persisten después del ciclo, la causa probablemente no sea hormonal y requiere análisis especializado.

Cambios en la Piel Mamaria

Enrojecimiento o descamación persistente

Irritaciones prolongadas sin causa aparente pueden ser signo de inflamación o una forma rara de cáncer inflamatorio de mama.

Aparición de piel con textura similar a una “cáscara de naranja”

La retracción de la piel y los poros dilatados son señales de obstrucción linfática, una manifestación que exige revisión médica inmediata.

Calor o inflamación en una sola mama

La presencia de calor localizado o enrojecimiento asimétrico puede confundirse con una infección, pero también ser signo temprano de cáncer inflamatorio.

6. Secreciones o Flujo por el Pezón

6.1. Flujo transparente, amarillento o con sangre

Cualquier secreción espontánea, especialmente con sangre o sin estimulación, debe evaluarse para descartar alteraciones en los conductos mamarios.

6.2. Cambios en la forma o dirección del pezón

La inversión repentina o retracción del pezón puede revelar alteraciones en el tejido subyacente.

6.3. Dolor localizado o sensibilidad anormal

Aunque el dolor no siempre indica cáncer, su persistencia o localización fija amerita estudio.

Dolor Mamario Persistente

Dolor que no está asociado al ciclo menstrual

El dolor continuo, no relacionado con la ovulación o menstruación, puede estar vinculado a procesos inflamatorios o tumorales.

Localización del dolor

Un punto específico que duele al tacto debe observarse; si no cede, se recomienda acudir al médico.

Cuándo acudir al médico sin demora

Si el dolor interfiere con las actividades diarias o se combina con otros síntomas visibles, la atención debe ser inmediata.

Bultos o Nódulos en las Mamas

Cómo reconocer una masa sospechosa

Un bulto duro, de bordes irregulares y que no se desplaza fácilmente al tacto es motivo de alarma.

Diferencias entre quistes benignos y tumores

Los quistes suelen ser blandos y móviles; los tumores, firmes y adheridos. Solo una ecografía o biopsia puede diferenciarlos con certeza.

Qué hacer si detectas un bulto

Registrar el hallazgo, no presionar la zona y consultar al especialista son los primeros pasos.

Cambios en la Axila o Región Clavicular

Inflamación o dureza en los ganglios linfáticos

Los ganglios inflamados pueden ser reacción inmunológica, pero también indicar que el organismo enfrenta una alteración más grave.

Dolor o incomodidad persistente en la axila

Si la molestia se mantiene por semanas, podría estar asociada a un proceso en la mama o ganglios linfáticos.

Por qué incluir las axilas en la exploración

La red linfática conecta las axilas con las mamas; cualquier cambio en esta zona puede revelar procesos iniciales.

Síntomas Generales que No Debes Ignorar

Cansancio inexplicable o pérdida de peso

El desgaste físico sin motivo aparente puede ser consecuencia de un proceso oncológico en curso.

Fiebre baja persistente

La inflamación crónica puede manifestarse con febrícula y sensación de malestar general.

Cambios hormonales o menstruales

Alteraciones en el ciclo menstrual o secreciones inusuales también pueden reflejar desequilibrios relacionados con la salud mamaria.

Edad, antecedentes familiares y genética

El riesgo aumenta a partir de los 40 años y se eleva con antecedentes familiares de cáncer de mama o mutaciones genéticas como BRCA1 y BRCA2.

Estilo de vida y hábitos

La obesidad, el alcohol y el tabaquismo incrementan el riesgo. La actividad física regular, por el contrario, ejerce un efecto protector.

Terapias hormonales y otros factores médicos

El uso prolongado de anticonceptivos o tratamientos hormonales debe ser controlado médicamente.

Cuándo Consultar a un Profesional

Signos que requieren atención inmediata

Cualquier secreción con sangre, bulto fijo, cambio en la piel o retracción del pezón merece consulta urgente.

Qué especialista consultar

El ginecólogo, mastólogo u oncólogo son los profesionales adecuados para evaluar y orientar el diagnóstico.

Qué esperar durante la evaluación médica

El especialista realizará una exploración clínica, estudios de imagen y, si es necesario, una biopsia para confirmar o descartar patologías.

Prevención y Cuidado Continuo

Alimentación saludable y peso corporal adecuado

Una dieta rica en vegetales, cereales integrales y grasas saludables reduce el riesgo y favorece el equilibrio hormonal.

Actividad física regular

Caminar, nadar o practicar yoga mejora la circulación linfática y fortalece el sistema inmunológico.

Evitar el tabaco y moderar el alcohol

Ambos hábitos alteran el metabolismo hormonal y aumentan la producción de radicales libres.

Conclusión

Escuchar al cuerpo es un acto de amor y prevención. La detección temprana sigue siendo la herramienta más poderosa para vencer el cáncer de mama. La constancia en los chequeos, la autoexploración mensual y un estilo de vida saludable son pilares esenciales para proteger la vida y fomentar una cultura de cuidado y esperanza.

Referencias

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El cáncer de mama no solo impacta el cuerpo, sino también la mente, las emociones y el espíritu. Para muchas mujeres, el diagnóstico marca un antes y un después en su percepción de sí mismas, su feminidad y su futuro. En este escenario, el apoyo emocional se convierte en un pilar tan esencial como el tratamiento médico.

Acompañar no es solo estar presente: es ofrecer una presencia serena, empática y sincera. Es escuchar sin interrumpir, sostener sin imponer, y entender que, a veces, la simple compañía puede ser el mayor alivio en medio de la incertidumbre.

Comprender el proceso emocional del cáncer de mama

Cada mujer vive el cáncer de manera única, pero existen patrones emocionales comunes. El shock inicial surge con el diagnóstico: incredulidad, temor y desorientación. Luego puede aparecer la negación, un mecanismo de defensa que intenta proteger del dolor. Con el tiempo, muchas enfrentan el miedo —a la pérdida, al cambio, a la muerte—, hasta llegar, poco a poco, a la aceptación, donde emerge la fuerza interior para avanzar.

Estas emociones fluctúan según la etapa del tratamiento. La cirugía, la quimioterapia o la radioterapia generan desafíos físicos y psicológicos distintos. Mientras tanto, los familiares suelen experimentar impotencia, ansiedad o culpa. Reconocer estas diferencias es clave para brindar apoyo efectivo.

La importancia del acompañamiento compasivo

La compasión no se limita a sentir lástima; implica comprender el sufrimiento del otro y actuar con ternura. A veces, el mejor apoyo no se da con palabras, sino con silencio. Escuchar sin juzgar permite que la paciente se exprese libremente, sin temor a ser corregida o minimizar sus emociones.

Validar su dolor —sin intentar “animarla” a toda costa— le da permiso para sentir, llorar o expresar frustración. Y cuando las palabras sobran, un abrazo, una mirada o una mano sostenida pueden transmitir más que cualquier discurso.

Comunicación consciente y respetuosa

El modo de hablar a una persona con cáncer influye directamente en su bienestar emocional. Es fundamental evitar frases que invaliden su experiencia, como “tienes que ser fuerte” o “todo pasa por algo”. En su lugar, conviene decir: “Estoy aquí contigo”, “No estás sola”, o “¿Cómo te sientes hoy?”.

El lenguaje corporal también comunica. Una postura abierta, un tono de voz suave y contacto visual sincero transmiten cercanía. Mantener una comunicación esperanzadora no significa negar la realidad, sino recordar que cada día cuenta, y que aún en la adversidad hay espacio para el amor y la esperanza.

Apoyo familiar y redes cercanas

La familia es la columna vertebral del apoyo emocional, pero también puede convertirse en una fuente de presión si no sabe cómo acompañar. Es vital evitar la sobreprotección: permitir que la paciente conserve autonomía y tome decisiones sobre su cuerpo y tratamiento.

Los familiares deben cuidar también su salud emocional. Conversar abiertamente sobre miedos, dividir responsabilidades y buscar espacios de descanso son prácticas necesarias para evitar el agotamiento emocional. Un entorno que cuida tanto a la paciente como a quienes la rodean fortalece la resiliencia colectiva.

Acompañamiento espiritual y búsqueda de sentido

El cáncer de mama puede llevar a una profunda reflexión sobre la vida, la fe y la esperanza. Para muchas mujeres, la espiritualidad se convierte en un ancla durante las etapas más duras. La oración, la lectura bíblica, la meditación o simplemente el silencio pueden restaurar la calma interior.

Respetar las creencias personales es esencial. No todas encuentran consuelo en las mismas prácticas, pero todas merecen un espacio para reconectar con lo trascendente. El acompañamiento espiritual no sustituye la atención médica, pero sí puede fortalecer la mente y el corazón frente al dolor.

Apoyo profesional y psicológico

El acompañamiento psicológico especializado en oncología es una herramienta poderosa. Un profesional capacitado puede ayudar a gestionar el miedo, la ansiedad y la incertidumbre. Las terapias individuales permiten expresar emociones reprimidas, mientras que las grupales ofrecen la fuerza del testimonio compartido.

Los grupos de apoyo reúnen a mujeres que enfrentan desafíos similares, creando redes de esperanza donde se comparten experiencias, logros y estrategias de afrontamiento. Esta comunidad emocional contribuye a disminuir el aislamiento y a recuperar la confianza en el proceso de sanación.

Cómo ofrecer ayuda práctica sin invadir

Ayudar no siempre significa hacer mucho, sino hacerlo bien. Gestos simples —preparar una comida saludable, acompañar a una cita médica o encargarse de una tarea doméstica— pueden aliviar la carga cotidiana. Sin embargo, es crucial preguntar antes de actuar: “¿Te gustaría que te ayude con esto?” demuestra respeto y evita imponer.

El apoyo efectivo se sostiene en el tiempo, no solo en los momentos iniciales del diagnóstico. Mantener la presencia constante, sin invadir, construye confianza y demuestra compromiso genuino.

La empatía como herramienta de sanación

La empatía va más allá de sentir compasión; es ponerse en el lugar del otro sin perderse a sí mismo. La lástima separa, pero la empatía une. Cultivarla requiere atención, humildad y disposición para escuchar con el corazón.

Frases como “Puedo imaginar lo difícil que debe ser” o “Gracias por confiar en mí para contarlo” transmiten cercanía. Pequeñas acciones —enviar un mensaje de aliento, acompañar en silencio, celebrar una buena noticia médica— pueden transformar los días más sombríos en momentos de alivio.

Cuidar al cuidador: equilibrio emocional para ayudar mejor

Quienes acompañan también sufren. El cansancio emocional, el insomnio o la irritabilidad son señales de alerta. Cuidar de otro exige cuidarse a uno mismo. Tomar descansos, pedir apoyo y mantener una rutina saludable ayuda a sostener la energía necesaria para seguir acompañando con amor.

Aceptar que no siempre se puede con todo es un acto de madurez. Pedir ayuda profesional, compartir emociones y permitir que otros colaboren evita el desgaste y preserva la calidad del acompañamiento.

Promover la esperanza sin negar la realidad

La esperanza no consiste en negar el diagnóstico, sino en afirmar la posibilidad de vivir con dignidad y propósito, incluso en medio del tratamiento. Es posible sostener una actitud positiva sin recurrir al optimismo forzado que ignora el sufrimiento.

Hablar con realismo y compasión brinda confianza. Celebrar los pequeños avances —un análisis favorable, una jornada sin dolor, una sonrisa recuperada— devuelve sentido a lo cotidiano y fortalece el ánimo frente a la adversidad.

Conclusión

El apoyo emocional es una forma de tratamiento silenciosa pero profunda. Ninguna palabra cura por sí sola, pero cada gesto de empatía, cada mirada sincera y cada abrazo oportuno pueden aliviar el peso del miedo.

Acompañar a una mujer con cáncer de mama es un acto de amor y humanidad. Implica crear espacios de esperanza donde el dolor no se niegue, pero tampoco lo domine todo. La verdadera sanación no ocurre solo en el cuerpo: también florece en el alma cuando alguien decide estar presente con ternura, constancia y fe.

Referencias

Bultz, B. D., & Carlson, L. E. (2006). Emotional distress: The sixth vital sign—future directions in cancer care. Psycho‐Oncology, 15(2), 93–95. https://doi.org/10.1002/pon.1022

Classen, C., Butler, L. D., Koopman, C., Miller, E., DiMiceli, S., Giese-Davis, J., & Spiegel, D. (2001). Supportive-expressive group therapy and distress in patients with metastatic breast cancer: A randomized clinical intervention trial. Archives of General Psychiatry, 58(5), 494–501. https://doi.org/10.1001/archpsyc.58.5.494

Kissane, D. W., Grabsch, B., Clarke, D. M., Smith, G. C., Love, A. W., Bloch, S., & Snyder, R. D. (2007). Supportive-expressive group therapy: The transformation of existential ambivalence into creative living while enhancing adherence to anti-cancer therapies. Psycho‐Oncology, 16(4), 269–281. https://doi.org/10.1002/pon.798

Montazeri, A. (2008). Health-related quality of life in breast cancer patients: A bibliographic review of the literature from 1974 to 2007. Journal of Experimental & Clinical Cancer Research, 27(1), 32. https://doi.org/10.1186/1756-9966-27-32

Mystakidou, K., Tsilika, E., Parpa, E., Galanos, A., Vlahos, L., & Smyrnioti, M. (2007). Psychological distress of patients with advanced cancer: Influence and contribution of pain severity and pain interference. Cancer Nurs, 2006 Sep-Oct;29(5):400-5. https://doi.org/10.1097/00002820-200609000-00009

La vitamina D puede ayudar a prevenir enfermedades como la osteoporosis y debilidad en
los huesos.


Para el correcto funcionamiento de la complejidad de sistemas dentro de nuestro cuerpo es
necesario comprender que existe una gran variedad de vitaminas y minerales que realizan
interacciones complejas todos los días. La vitamina D es una hormona compleja que
interviene en la homeostasis del calcio y en otras múltiples funciones en diversos órganos.
La presencia de esta hormona dentro del cuerpo humano es de suma importancia, ya que
junto con el calcio ayuda a prevenir enfermedades como la osteoporosis, y ayuda a que los
músculos funcionen correctamente.


Esta puede ser obtenida a través de tres formas: Absorción de la piel, dieta o suplementos.
Absorción de la piel: Se estima que entre el 10% y el 20% de la vitamina D adquirida
por el cuerpo es obtenida de los rayos del sol. Esto representa un porcentaje
significativo, ya que permite que personas que no la hayan adquirido a través de una
dieta puedan beneficiarse ligeramente de esta hormona.


Se recomienda tomar entre 5 a 30 minutos de sol por cada 10 – 12 horas que se
permanezca sin él, ya que una alta exposición a este podría generar problemas como
insolación o cáncer de piel.


Dieta

Es altamente recomendable que la mayoría de la vitamina D adquirida sea a
base de una dieta saludable y balanceada. Pese a que naturalmente esta no se
encuentra en muchos alimentos, puede adquirirse de lácteos, cereales y mariscos.
Estos son algunos alimentos de los que se recomienda adquirir la vitamina D:
● Aceite de hígado de bacalao
● Salmón
● Caballa
● Champiñones secos al sol
● Champiñones frescos
● Sardinas en aceite
● Atún en aceite
● Leche
● Zumo de naranja
● Yogur
● Margarina
● Cereales
● Huevos
● Queso

Suplementos
En muchas ocasiones es posible que no se llegue a cumplir con el
mínimo de vitamina D requerido, es por ello que se recomienda el uso de suplementos
para compensar alguna deficiencia. Sin embargo, es importante entender que estos no
sustituyen la adquisición a través de la dieta ni la exposición a la luz del sol.
Pese a todos los beneficios que representa un consumo con regularidad de vitamina D, en
exceso esta puede causar náuseas, vómitos, debilidad muscular, confusión, dolor, pérdida del
apetito, deshidratación, micción y sed excesivas y cálculos renales. Además, una alta
concentración puede derivar en problemas renales que lleven a la muerte. Estas son las
cantidades recomendadas de vitamina D por edad son:


Bebés hasta los 6 meses 25 mcg (1.000 UI)
Bebés de 7 a 12 meses 38 mcg (1.500 UI)
Niños de 1 a 3 años 63 mcg (2.500 UI)
Niños de 4 a 8 años 75 mcg (3.000 UI)
Niños de 9 a 18 años

100 mcg (4.000 UI)

Adultos mayores de 19 años

100 mcg (4.000 UI)

Mujeres y adolescentes
embarazadas y en período
de lactancia

100 mcg (4.000 UI)

Por otro lado, un déficit en el consumo de vitamina D trae consigo efectos como el
raquitismo, ablandamiento de los huesos ( así como deformación de los mismos) y debilidad
en músculos cuando se trata de niños; y en adolescentes osteomalacia y debilidad en general.
En caso de tener un bajo consumo de vitamina D se recomienda tomar el sol con frecuencia y
utilizar suplementación cuando sea necesario. Recuerda consultar con tu nutricionista antes
de realizar cualquier cambio brusco en tu dieta o hábitos alimenticios.

Fuentes:
https://www.redalyc.org/pdf/3666/366638726011.pdf
https://medlineplus.gov/spanish/vitamind.html
https://ods.od.nih.gov/factsheets/VitaminD-DatosEnEspanol/
https://www.mayoclinic.org/es-es/drugs-supplements-vitamin-d/art-20363792
https://www.sebastianpodlipnik.com/vitamina-d-sol/

El cuerpo humano no produce calcio. Es necesario consumirlo en los alimentos.

Desde que nacemos, empezamos a acumular calcio, principalmente en los huesos y los dientes. Es nuestra reserva para la vejez.

Si esta reserva no es fuerte, la probabilidad de sufrir de bajo calcio en los huesos en algún momento, es alta. Es una enfermedad llamada osteoporosis en la cual es muy fácil sufrir fracturas.

La osteoporosis es más frecuente en las mujeres después de la menopausia y en personas que toman medicamentos llamados corticoides por largos periodos.

La osteoporosis se detecta con un examen llamado densitometría ósea o DEXA, una radiografía que mide el calcio en los huesos.

Muchas personas piensan que si toman suplementos de calcio lograrán evitar la osteoporosis antes de que aparezca, pero no se ha demostrado que esto sea algo realmente útil. En cambio, el exceso de calcio puede tener efectos peligrosos para la salud

Función del calcio

El calcio es vital para muchas funciones del cuerpo incluyendo la regulación del ritmo del corazón y tiene muchas otras acciones de los músculos, los nervios y otros órganos.

El calcio, además, necesita de la vitamina D para ser absorbido en el hueso. 

El ejercicio regular, sea aeróbico o de fuerza, también ayuda a fijar el calcio en los huesos.

La mejor manera de consumir el calcio es la natural, es decir, los alimentos. 

Fuentes de calcio y vitamina D en la dieta

En general, se recomienda un consumo diario de calcio entre 1000 y 1500 mg para los adultos. Estas cifras cambian para los niños y para las mujeres embarazadas.

Es importante nunca exceder los 2500 mg de calcio al día, pues es una dosis tóxica. Es una de las razones para no tomar suplementos de calcio si no es necesario.

Se pueden encontrar tablas con estos requerimientos de calcio por edad en la página de los Institutos de Salud de Estados Unidos. 

En esa misma página hay un listado con la cantidad de calcio en los alimentos más recomendados que básicamente son los lácteos, las verduras de hoja verde oscura y los pescados enlatados.

Una taza de leche descremada y una taza de yogur natural descremado, por ejemplo, tienen 300 mg de calcio cada una. Una lata de sardinas tiene alrededor de 324 mg. 

Ejemplos de alimentos con vitamina D son los pescados como el salmón y la trucha y los aceites de hígado de pescado. El hígado de vaca, la yema de huevo y el queso tienen un poco de esta vitamina.

La luz del sol directamente en la piel también produce vitamina D, pero esta manera de adquirirla se ha reducido mucho por la contaminación ambiental y por el mayor riesgo de cáncer de piel al exponerse a la radiación del sol. 

Por todo esto, en algunos países venden alimentos fortificados con vitamina D.

 Suplementos de calcio

Los suplementos alimentarios que contienen calcio se desarrollaron para realizar tratamientos nutricionales y para corregir la osteoporosis, siempre en conjunto con vitamina D y otros medicamentos.

Estos suplementos pueden venir en diferentes presentaciones como tabletas, polvo para disolver e incluso como polvo efervescente.

Algunas tabletas pueden producir problemas digestivos como hinchazón del estómago y gases intestinales.

Están indicados en situaciones específicas. Se recomienda tomar poca cantidad en cada dosis, no más de 500 mg.

Hay diferentes tipos de calcio suplementario: carbonato y citrato son las más comunes. Cada una tiene una indicación especial que es importante revisar con el médico.

Situaciones en las que NO debes tomar suplementos de calcio:

  1. Si estás saludable y puedes comer bien

En general, el cuerpo absorbe muy bien el calcio de la dieta y no es difícil conseguir la dosis diaria mínima por este medio.

Tomar suplementos de calcio sería excesivo.

  1. Si no tienes una enfermedad grave por falta de calcio y mejora con la alimentación

Por ejemplo, la osteopenia, es el hallazgo en una densitometría ósea de una disminución de la densidad del hueso, pero sin llegar al diagnóstico de osteoporosis.

En estos casos, se puede aumentar la ingesta de calcio y vitamina D en la dieta y hacer seguimiento con la densitometría ósea.

  1. Si tienes exceso de calcio en la sangre o la orina

Si por alguna alteración de los riñones u otra causa tienes altos los niveles de calcio en sangre (hipercalcemia) es riesgoso aumentarlos más con el consumo excesivo de calcio y producir problemas en el funcionamiento del riñón, el cerebro y otros órganos y, en ocasiones, generar una arritmia cardiaca.

Si hay exceso de salida de calcio en la orina (hipercalciuria), en algunas personas existe el riesgo de formar piedras en los riñones (cálculos) y a veces problemas de fallo renal.

En estos casos, se debe tener un control con un especialista en Medicina Interna o Endocrinología.

Situaciones en las que PODRÍAS necesitar un suplemento de calcio

Siempre bajo prescripción médica, tanto del tipo de suplemento como de la dosis, podrías necesitar un suplemento de calcio.

Para determinar la dosis del suplemento se tiene en cuenta también el calcio y la vitamina D que estés consumiendo en la dieta para no caer en excesos.

Principalmente se usan suplementos de calcio o vitamina D en las siguientes condiciones:

  1. Raquitismo: es la deficiencia de calcio en los huesos en los niños por falta de Vitamina D. Puede ocurrir en algunas enfermedades digestivas. Debe haber control nutricional y pediátrico. 
  2. Osteoporosis: siempre se asocian tratamientos con medicamentos que ayuden a fijar el calcio en los huesos y que deben ser prescritos por un especialista.
  3. Imposibilidad de consumir calcio en la dieta: pacientes que no se puedan alimentar de manera normal o enfermedades como la intolerancia a la lactosa deben tener un seguimiento estrecho para compensar la dosis diaria de calcio y evitar la descalcificación de los huesos.
  4. Mujeres embarazadas con una dieta baja en calcio: El calcio en el embarazo puede evitar los graves aumentos de presión arterial denominados preeclampsia.

Los diagnósticos de osteopenia y osteoporosis deben tener seguimiento con exámenes de densitometría ósea y con el especialista.

No olvides evitar la automedicación y primero ir al médico antes de comenzar cualquier tratamiento por tu cuenta.

Referencias

Cochrane Suplementos de calcio durante el embarazo para la prevención de los trastornos hipertensivos 

Huesos sanos Calcio/Vitamina D

Mayo Clinic ¿Cuándo debo tomar suplementos de calcio?

Mayo Clinic Raquitismo.

MedlinePlus Suplementos de calcio

MSKCC Control del cáncer – Suplementos de calcio

NIH El calcio y la vitamina D: Importantes a toda edad

NIH Vitamina D

Radiology info Densitometría ósea

Reumatología Clínica Suplementos de calcio y vitamina D ¿para todos?

Los problemas de tiroides afectan la vida diaria y pueden disminuir la esperanza de vida. Realizarse exámenes con regularidad es importante para evitar cualquier riesgo. 

La prueba TSH, así como otras mencionadas dentro de este artículo, sirven para concretar datos sobre la tiroides. Esta última es una glándula situada en la parte inferior del cuello, justo debajo de la manzana de Adán. 

La función principal de la tiroides es secretar hormonas que regulan procesos de absorción de nutrientes dentro del cuerpo, por lo que un problema directo en esta glándula repercute en la salud general de todo el sistema. 

Puedes conocer más sobre la tiroides y sus principales afecciones dentro de este artículo dedicado a ello. 

Sin embargo, determinar el padecimiento concreto es un proceso un poco más complejo, es por ello que se realizan diversas pruebas para ello: 

● Prueba de la TSH 

● Pruebas de T4 

● Prueba de T3 

● Pruebas de anticuerpos tiroideos 

Prueba TSH: Este es un procedimiento realizado a partir de una prueba de sangre en la que se mide los niveles de la hormona tiroides. En caso de que estos sean muy altos o muy bajos se realiza un diagnóstico del estado de esta glándula. 

Este procedimiento es completamente seguro y no posee ningún riesgo a pequeño, mediano o largo plazo. Además, no requiere ningún tipo de preparación (fuera de un pequeño ayuno, si el doctor lo requiere) y puede ser realizado en su laboratorio de confianza. 

Pruebas T4: Dentro de esta prueba se busca adentrarse en aspectos específicos de las hormonas de la tiroides. En este caso, la prueba T4 (o prueba de la tiroxina) determina los niveles de la misma dentro del cuerpo. La hormona T4 regula los procesos metabólicos. 

El tener un nivel de concentración ligeramente alto de esta hormona no significa necesariamente que exista un problema directamente con la tiroides, ya que también puede aumentar en mujeres embarazadas y mujeres que estén consumiendo anticonceptivos. 

Al igual que la prueba anterior, esta es realizada a través de la sangre, por lo que no representa un riesgo para la salud de la persona, y además de un pequeño ayuno, no requiere

de ninguna preparación. 

Prueba T3: Esta prueba, por otro lado, busca determinar los niveles de triyodotironina, u hormona T3, dentro de la sangre. Esta es la encargada de regular el peso, temperatura y energía en el cuerpo. 

Es importante realizar esta prueba cuando existen síntomas de que puede existir hipertiroidismo, ya que esta hormona está altamente ligada a esta enfermedad. 

Esta prueba se realiza a partir de un análisis de sangre, y no requiere preparación previa a no ser que un especialista recomiende algún medicamento antes de la misma. 

Prueba de anticuerpos tiroideos: Esta prueba, a diferencia de las anteriores, no busca encontrar un exceso de T4 o T3 dentro de la sangre, sino que trata de identificar anticuerpos que puedan dañar la tiroides y causar un incremento o disminución en la producción de las hormonas mencionadas anteriormente. 

Según MedlinePlus (2020), estos son algunos de los anticuerpos utilizados para las pruebas: 

Anticuerpos antiperoxidasa tiroidea (TPO, por sus siglas en inglés): Estos anticuerpos pueden ser un signo de: 

Enfermedad de Hashimoto, también conocida como tiroiditis de Hashimoto: Es una enfermedad autoinmunitaria y la causa más común del hipotiroidismo. Hipotiroidismo significa que la tiroides no produce suficientes hormonas tiroideas. 

Enfermedad de Graves: También es una enfermedad autoinmunitaria y la causa más común de hipertiroidismo. Hipertiroidismo significa que la tiroides produce demasiada cantidad de ciertas hormonas tiroideas. 

Anticuerpos antitiroglobulina (Tg): Estos anticuerpos también pueden ser un signo de la enfermedad de Hashimoto. La mayoría de las personas con enfermedad de Hashimoto tienen niveles altos de anticuerpos Tg y TPO. 

Anticuerpo antirreceptor de la hormona estimulante de la tiroides (TSH, por sus siglas en inglés):Estos anticuerpos pueden ser un signo de la enfermedad de Graves. 

Al ser una prueba de sangre, esta tampoco requiere de ninguna preparación previa. 

Es importante saber reconocer síntomas de problemas en la tiroides antes de que escalen a algo más grande. Todos los procedimientos a realizarse son completamente seguros, y la preparación depende de qué se quiera hacer y las recomendaciones del doctor. 

Recuerda que un diagnóstico a tiempo puede llegar a salvar tu vida.

Fuentes: 

https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/hypothyroidism/symptoms-causes/ syc-20350284 

https://www.niddk.nih.gov/health-information/informacion-de-la-salud/pruebas-diagnos ticas/pruebas-tiroides 

https://medlineplus.gov/spanish/thyroidtests.html https://medlineplus.gov/spanish/pruebas-de-laboratorio/prueba-de-tiroxina-t4/ https://medlineplus.gov/spanish/pruebas-de-laboratorio/pruebas-de-triyodotironina-t3/ https://medlineplus.gov/spanish/pruebas-de-laboratorio/anticuerpos-antitiroideos/


Muchos problemas dentro de la tiroides pueden derivar en cambios en el peso y ritmo
cardíaco, por lo que conocerla puede ayudar a prevenir futuras enfermedades.
La tiroides es una glándula con forma de escudo que se ubica debajo de la manzana de Adán
en la parte posterior del cuello, etimológicamente esta proviene del griego thyreos y eidos,
significa forma de escudo.


Esta es la encargada de regular una gran diversidad de complejos procesos dentro del cuerpo
humano, entre ellos la quema de calorías y el ritmo de nuestro corazón. Es por ello que
cualquier problema derivado de la tiroides puede derivar en un aumento o disminución de
peso, así como problemas cardíacos.


Similar a muchos de los padecimientos existentes dentro del cuerpo humano, es importante
reconocer que los problemas dentro de la tiroides están fuertemente ligados a un factor
genético, por lo que conocer el historial médico de padres y abuelos puede ayudar a prevenir
futuras complicaciones.


Dentro de los principales problemas que podrían presentarse dentro de esta glándula se
pueden encontrar:


● Bocio (Agrandamiento de la tiroides)
● Hipertiroidismo
● Hipotiroidismo
● Cáncer de tiroides
● Nódulos
● Tiroiditis


Las complicaciones más comunes de la tiroides son el hipertiroidismo y el hipotiroidismo. El
primero es la producción excesiva de hormona tiroidea, lo que deriva en una pérdida de peso
nerviosismo excesivo, Insomnio, palpitaciones y cansancio inexplicable; y por otro lado el
último genera un efecto contrario, es decir que se produce menor cantidad de hormona de la
que el cuerpo necesita, lo que causa fatiga, sensibilidad al frío, aumento de peso e hinchazón
en la cara.


En ambos casos es necesario reconocer los síntomas y hablarlo con un especialista para tener
una respuesta concreta. Los exámenes a realizarse para detectar anormalidades en la tiroides
incluyen:
● Prueba de la TSH
● Pruebas de T4
● Prueba de T3

● Pruebas de anticuerpos tiroideos
● Ecografía
● Exploración (gammagrafía) de la tiroides
● Prueba de absorción de yodo radiactivo


Puedes revisar nuestro artículo sobre algunas de estas pruebas para saber en qué consisten y
saber cuál se acomoda más a tu caso.


¿Existe alguna forma de cuidar la tiroides?
Una de las principales formas de cuidar esta glándula sumamente importante es llevar una
alimentación adecuada y tener buenos niveles de yodo en el sistema. Así mismo, es
importante reconocer síntomas que puedan determinar cualquier problema, sin dejarse llevar
por el miedo, y realizar exámenes de rutina con un doctor para verificar el estado de la
misma.


Fuentes:

https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/hypothyroidism/symptoms-causes/syc-20350284#

https://medlineplus.gov/spanish/thyroiddiseases.html
http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S1561-29532004000100004&script=sci_arttext&tlng=pt
https://scielo.isciii.es/pdf/pap/v11s16/original4.pdf
https://www.husi.org.co/el-husi-hoy/como-cuidar-su-tiroides
https://www.cun.es/enfermedades-tratamientos/enfermedades/hipertiroidismo

Después de la pandemia del coronavirus, entendimos que no todas las personas responden igual a una infección.

Mientras algunos no parecen siquiera enfermos, otros pueden complicarse de manera grave.

Algo similar ocurre con las infecciones urinarias.

A pesar de que, en mujeres en edad fértil, la cistitis es una infección muy común y que rara vez se complica, hay otros grupos de personas en las que una infección urinaria puede tener serias consecuencias.

En estos casos, la consulta temprana es vital y puede evitar hospitalizaciones y muertes.

¿Qué es una infección urinaria?

Es una enfermedad producida cuando las bacterias de la piel, el colon o los alrededores de las vías urinarias entran en la orina y se multiplican.

Es más común en mujeres porque el conducto de salida de la orina desde la vejiga (uretra) es muy corto y se encuentra muy cerca de la vagina y el ano.

Así, fácilmente la orina se expone a las bacterias del flujo vaginal o de la materia fecal.

En épocas de cambios hormonales como la menopausia o el embarazo, la vía urinaria cambia y es más fácil tener infecciones.

Las infecciones urinarias bajas (en vejiga y uretra) son mucho más frecuentes que las altas (afectan los riñones).

¿Cómo se diagnostica una infección urinaria?

Se sospecha una cistitis en cualquier persona con sensación de ardor o quemazón al orinar, dolor abdominal bajo, orina con sangre, ganas de orinar con frecuencia y poca cantidad cada vez.

En personas de bajo riesgo, se puede tratar la infección sin necesidad de tomar exámenes.

Si hay dolor en la parte baja de la espalda, fiebre, vómito o signos de enfermedad grave, se sospecha una infección del riñón y los exámenes y tratamientos se harán de manera prioritaria en un hospital.

El examen más común que se solicita es el de orina simple (parcial de orina o uroanálisis) que puede mostrar signos de la infección y otras alteraciones.

La confirmación de una infección urinaria siempre se hace con un urocultivo, aunque este es un examen que no se hace de rutina, sino por lo general en infecciones urinarias más complicadas o como seguimiento para confirmar que el tratamiento antibiótico tuvo éxito.

En el urocultivo se determina exactamente cuál es la bacteria causante de la infección y cuáles antibióticos sirven para eliminarla.

Para que los exámenes sean confiables es muy importante tomarlos adecuadamente. 

Es fundamental el aseo genital con agua, orinar primero en el inodoro un poco y luego sí recoger la muestra en el recipiente estéril destinado para ello sin tocar con los dedos ni el interior ni el borde porque las bacterias de las manos pueden contaminar la muestra de orina.

¿Cuándo preocuparse por una infección urinaria?

Los grupos de especial cuidado al hablar de infecciones de las vías urinarias son:

  • Niños
  • Mujeres embarazadas
  • Hombres
  • Personas con demencia
  • Cualquier persona con infecciones urinarias que repiten

Infecciones urinarias en niños

Es muy probable que un bebé de menos de seis meses con infección urinaria tenga que ser tratado en el hospital. 

Los menores de dos meses con seguridad lo necesitarán porque presentan un alto riesgo de presentar infecciones del riñón y graves complicaciones.

Es una infección difícil de diagnosticar porque a veces solo es un bebé que llora mucho y tiene fiebre sin problemas muy obvios en la orina. 

Por esto, puede ser tratada como otra infección, respiratoria por ejemplo, y no dársele la importancia suficiente.

Siempre se debe hacer diagnóstico y seguimiento con urocultivos en niños pequeños y hacer toma de ecografía de vías urinarias y tal vez otros exámenes para descartar malformaciones del riñón o una enfermedad llamada reflujo vesicoureteral (la orina se devuelve desde la vejiga hacia arriba) que serían la causa de la infección.

Infecciones urinarias en el embarazo

En el embarazo, las infecciones urinarias son peligrosas porque aumentan el riesgo de hospitalizaciones por pielonefritis (infección del riñón), parto prematuro, bajo peso del recién nacido y ruptura prematura de membranas (las membranas que protegen al bebé se rompen antes del parto aumentando el riesgo de infecciones).

Todo esto conlleva el problema adicional de aumentar las hospitalizaciones y el riesgo de muerte tanto de la madre como del bebé.

Por eso, en embarazadas se solicitan los exámenes de orina (uroanálisis y urocultivos) en varias oportunidades, sobre todo en los primeros tres o cuatro meses y cerca del parto.

Un examen de orina con signos de infección, incluso si la mujer no presenta ningún síntoma, se trata como una infección en el embarazo.

Infecciones urinarias en hombres

En los hombres es más difícil que se presente una infección urinaria porque la uretra es más larga y es menos probable que las bacterias lleguen a la orina.

Por eso, además del tratamiento rápido para impedir la progresión de la infección hacia el riñón, es importante averiguar si existe una posible obstrucción del flujo normal de orina en especial si se presenta dolor abdominal bajo.

Las causas más frecuentes de esta obstrucción son el aumento de tamaño de la próstata, la estrechez uretral (por infecciones de transmisión sexual previas o uso de sondas para extraer la orina, por ejemplo), cálculos urinarios. 

También se deben descartar enfermedades que disminuyan las defensas naturales del cuerpo como la diabetes, por ejemplo.

Infecciones urinarias y demencia

La demencia más conocida es la de Alzheimer, pero existen muchas otras condiciones similares en las cuales la persona presenta pérdidas importantes de memoria, desorientación y otras formas de deterioro mental.

En estos casos, es difícil el diagnóstico de infección urinaria porque el paciente no está consciente de lo que es normal o no y puede fácilmente pasar por alto los síntomas.

Además, como la mayoría de personas con demencia son ancianos, por lo general las defensas del cuerpo están disminuidas y es raro que se presenten signos claros de infección como la fiebre.

A veces, la única manera de sospechar que una persona con demencia tiene una infección urinaria es porque su estado mental se altera: se agitan más, tienen alucinaciones y, en general, empeoran de repente.

Infecciones urinarias recurrentes

En todos estos grupos suele haber infecciones urinarias a repetición porque hay factores de riesgo asociados.

Es clave hacer seguimiento con uroanálisis y urocultivos constantes para evitar que los riñones sufran proporcionando el tratamiento antibiótico acertado y completo a tiempo, si es necesario por tiempo prolongado.

En mujeres sin estos factores de riesgo, a veces se presentan infecciones urinarias recurrentes que deberían tener seguimiento por un urólogo para descartar complicaciones de salud nuevas.

El objetivo en todos los casos es curar la infección e impedir el daño del riñón.

Referencias

MedlinePlus Infección urinaria en niños

Infecciones del tracto urinario (para Padres) – Nemours KidsHealth

Manual MSD Infección urinaria en lactantes y niños

NIDDK NIH Infección de vejiga en niños

Manual MSD Infección urinaria en embarazo

MD SAUDE Infección urinaria en el embarazo: riesgos y tratamiento

Infección de la vejiga en los hombres: ¿Cuáles son los síntomas?

Infecciones de las vías urinarias en los hombres

Consecuencias conductuales de la infección de orina en personas con alzheimer y otras demencias

La demencia altera los síntomas de la infección urinaria

Salusmayores Infección de orina y demencia

Elsevier Infección urinaria recurrente en mujeres

Cistitis crónica: ¿hay una cura?

El hígado es el verdadero órgano vital. Es irremplazable y, cuando falla, la vida se acaba poco a poco.

Afortunadamente, tiene una gran capacidad de curarse a sí mismo.

Los griegos antiguos lo sabían. De ahí el mito de Prometeo, castigado por Zeus a que todos los días un águila le devorara el hígado. La víscera se volvía a regenerar y el castigo seguía eternamente.

Esa capacidad de regeneración hace posible, por ejemplo, los trasplantes con donante vivo, pues el receptor sólo necesita una porción de este órgano, mientras que el donante recupera, en pocos meses, la totalidad del hígado que donó.

¿Para qué sirve el hígado?

Entre las principales funciones del hígado están:

  • Limpiar la sangre de medicamentos y toxinas
  • Producir defensas y eliminar infecciones
  • Producir colesterol y las proteínas que transportan las grasas en la sangre
  • Ayudar en la coagulación de la sangre
  • Almacenar el azúcar de la sangre
  • Procesar la hemoglobina y almacenar hierro
  • Producir la bilis para digerir las grasas
  • Convertir el amoniaco en urea

¿Cómo se puede dañar el hígado?

El hígado es un órgano que está muy conectado con la circulación de la sangre de todo el cuerpo, por lo que puede sufrir como consecuencia de muchísimas enfermedades y toxinas.

También por eso, es el primer órgano a donde hay invasión (metástasis) de cánceres en otros órganos.

La enfermedad asociada con más frecuencia al hígado es la presencia de cálculos en la vesícula biliar, una pequeña bolsa donde se digieren las grasas de los alimentos gracias a la bilis producida en el hígado.

Esta bilis contiene colesterol que, en forma de cristales, puede acumularse y formar piedras o cálculos que en cualquier momento pueden producir una obstrucción.

Si la obstrucción dura mucho tiempo, el riesgo de daño de las células del hígado es alto y se podría producir una cirrosis.

La cirrosis por alcohol y por cálculos biliares es una de las enfermedades más comunes que existen.

Las hepatitis de diversas clases y las toxinas también producen daños severos en el hígado y son bastante frecuentes.

El hígado graso no alcohólico, una condición cada vez más encontrada en ecografías abdominales en el mundo occidental se está convirtiendo en una causa importante de daño del hígado. Se relaciona con los malos hábitos alimentarios, el sobrepeso, la obesidad, la resistencia a la insulina, y con el azúcar y los triglicéridos altos en la sangre.

¿Cómo saber si mi hígado funciona bien?

Existen tres maneras básicas de vigilar la integridad y función del hígado.

  1. Chequeo médico

Existen muchos exámenes de laboratorio que es necesario verificar cuando se sospecha un daño del hígado. 

Sin embargo, toda exploración comienza en el consultorio del médico general y luego con los especialistas.

El médico indaga sobre antecedentes personales como consumo de drogas y alcohol o conductas sexuales de riesgo que puedan producir infecciones de transmisión sexual.

Los antecedentes familiares y personales de enfermedades del hígado, el colesterol y los triglicéridos, diabetes, cáncer, también ayudan a detectar problemas a tiempo.

Tanto el sobrepeso y la obesidad como la pérdida repentina de peso se deben tener en cuenta.

Los síntomas como color amarillo en piel y ojos (ictericia), orina oscura, materia fecal de color blanco, dolor en el lado superior derecho del abdomen, abdomen inflamado, picor en la piel, entre otros, se relacionan con diferentes enfermedades hepáticas.

También el médico, durante la palpación del abdomen, puede notar anomalías. Las principales son dolor, hígado muy aumentado de tamaño (signo de congestión del hígado) o hígado pequeño y duro (signo de cirrosis), líquido en el abdomen (ascitis).

  1. Ecografía abdominal y de vías biliares

El examen de ultrasonido abdominal permite evidenciar problemas antes de que se presenten síntomas graves.

En una ecografía, se puede detectar la presencia de cálculos y la probabilidad de que estén produciendo una obstrucción dependiendo de dónde estén ubicados.

Se pueden ver cambios estructurales del hígado como aumento de tamaño cuando está congestionado o disminución de tamaño cuando hay una cirrosis.

El ultrasonido también es útil para evidenciar el hígado graso alcohólico y no alcohólico.

También se pueden detectar tumores o masas.

  1. Exámenes de laboratorio

Hay algunos exámenes de laboratorio que también se pueden alterar en otras enfermedades, pero que pueden dar una señal indirecta de un fallo en el hígado como:

  • Prueba de coagulación: Tiempo de protrombina (TP)
  • Albúmina y Proteínas totales en la sangre
  • Glucosa en sangre
  • Hemograma o cuadro hemático
  • Pruebas de función del riñón: Creatinina en sangre y examen general de orina (uroanálisis o parcial de orina)
  • Calcio en la sangre
  • Colesterol y triglicéridos

Por otro lado, hay pruebas más específicas que miden las funciones del hígado y pueden orientar al sitio del daño:

  • Bilirrubinas: total, directa e indirecta
  • Transaminasas:

Transaminasa Oxalacética (TsGO)/Aspartato aminotransferasa (AST/TGO)

Transaminasa Pirúvica (TsGP)/Alanina aminotransferasa (ALT/TGP)

  • Fosfatasa alcalina
  • Deshidrogenasa láctica (DHL)
  • Gamma Glutamil Transpeptidasa (GGT)

Si además se sospecha una causa muy específica del daño hepático, en especial una hepatitis viral, se solicitarán exámenes que detectan la presencia de estos virus como anticuerpos y antígenos específicos para cada enfermedad.

Después, el especialista decidirá si se necesitan exploraciones más complejas.

Todas estos análisis son el primer paso para detectar enfermedades en el hígado sin el cual, recuérdalo, no puedes vivir.

Referencias

Amhigo.com El hígado de Prometeo y la regeneración hepática

Cancer.org Cáncer de hígado ¿cómo se diagnostica?

Kidshealth Análisis de sangre: función hepática (hígado)

Manual MSD Pruebas hepáticas en sangre

Mayo Clinic Enfermedad hepática del hígado graso no alcohólico

Mayo Clinic Estudios de la función hepática

Mayo Clinic Trasplante de hígado de donante vivo

MedlinePlus Pruebas funcionales hepáticas

Stanford Medicine Anatomía y función del hígado

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